La misión imposible del teletrabajo en buena parte del rural de Sanxenxo

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

SANXENXO

RAMON LEIRO

Un deficiente, o inexistente, servicio crea múltiples problemas en Noalla y Vilalonga

27 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El pésimo servicio de Internet en buena parte del rural de Sanxenxo, especialmente en amplias zonas de Noalla y Vilalonga, se ha aliado contra los vecinos que aspiraban a teletrabajar desde sus casas y que no pueden hacerlo porque no tienen posibilidad de una conexión adecuada. También juega en contra de los estudiantes que quieran seguir la docencia telemática. Este es un problema que viene de muy atrás, pero que hasta que esta crisis de la pandemia no forzó a millones de españoles a sus casas con un portátil no parecía una necesidad tan acuciante. Ahora lo es, pero la solución tardará en producirse por distintos motivos.

«Aquí non se pode teletraballar, o meu fillo tívose que ir buscarse a vida a Sanxenxo porque aquí Internet é inexistente», explica un vecino del interior de Noalla, que lamenta que la situación no haya mejorado en años pese a las reiteradas peticiones a las compañías de telecomunicaciones. Este vecino señala que él se ve obligado a utilizar datos o acudir a la opción de vía radio, pero que eso no es suficiente ni da garantías para el teletrabajo. Por ejemplo, indica que no tiene forma de conectarse a un escritorio remoto y que así el teletrabajo, del que tanto se habla estos días, es un mera entelequia, una cosa irreal para él y sus vecinos. «Estamos así case toda Noalla, menos en Aios que creo que xa teñen a fibra que sexa de Portonovo e abaixo, na Lanzada e outras partes o servizo nos hoteis está en precario», asevera.

Precisamente esta es una conclusión semejante a la que expone el dueño de un hotel del tramo costero de Noalla. «O meu fillo ten que facer os deberes por Avalar e a conexión vai fatal», afirma. Este empresario indica que en su caso le es posible tener una videoconferencia, pero con una conexión lenta y que eso se nota.

En otra parte de la costa, otro afectado que tiene un restaurante ahora cerrado por la pandemia, remacha en la misma dificultad para el teletrabajo para él y para sus vecinos próximos. «¿Teletraballar? Aquí non poderías, non hai Internet, e ás veces non vai ben nin o teléfono», recalca.

Agradece que el confinamiento se halla producido antes del verano, porque entonces la escasa conexión sería imposible. «Agora podes descargar un correo ou un vídeo porque hai pouca xente, pero non verán non hai forma. Eu teño un bar e tiven que contratar dúas conexións de teléfono por satélite, porque o servizo se bloquea rápido», enfatiza.

La Xunta está reformando la carretera PO-308 y en algunos tramos como Major y Soutullo, la concesionaria ha colocado ya el cableado, pero no está todavía operativo. En otras partes del municipio ni está ni se le espera.

El Concello admite que es consciente del problema y matiza que mantuvo contactos recientes con el Consorcio de Empresarios Turísticos (CETS) para buscar una solución. La crisis del coronavirus ha frenado las gestiones que estaban abiertas, pero el Concello no desiste, apoyado por la petición unánime de los hosteleros. Ahora bien, la última ficha la mueven las firmas de telecomunicaciones y estas tienen todavía un margen dentro de una concesión de varios años para poner el servicio en marcha.