Sanxenxo: una jubilación a cuerpo de rey

Nieves D. Amil
NIeves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

SANXENXO

CEDIDA

El monarca emérito viene con mucha frecuencia, al igual que lo hacía la ya fallecida Charo Palacios, condesa de Montarco, que tenía una casa a pie de mar, o el expresidente Mariano Rajoy, que escoge este rincón gallego para huir de la vida social

11 abr 2023 . Actualizado a las 10:21 h.

Qué tiene Sanxenxo para que sean tantos los que lo escojan como lugar de retiro. Es habitual ver descansar a Mariano Rajoy y a su familia, lo era también la Condesa de Montarco y lo es con asiduidad el rey emérito. Tanto es así que estos días ha saltado al primer plano que Juan Carlos I podría venirse a vivir definitivamente a Sanxenxo. La periodista y escritora, Pilar Eyre, asegura en su blog de Lecturas, que el monarca fijará su residencia en la villa gallega.

Su entorno más cercano lo ve difícil, pero sí reconoce la pasión del Borbón por este rincón de O Salnés, al que cada vez viene con más frecuencia. Una frecuencia que este año se incrementará, al ser sede del Europeo de vela. «Su vinculación es por las regatas, la vela es su mundo, viene a entrenar, también vamos a Baiona, San Vicente y ahora intentaremos fijar alguna etapa en la ría de Vigo o Arousa», confiesa Pedro Campos, amigo personal y parte de la tripulación con la que este año se proclamaron campeones del mundo. Además, es el anfitrión en cada una de sus visitas. Se aloja en su casa y no se separa de él.

El mar y la amistad lo acercan sí o sí una vez al mes. Apenas se le ve haciendo vida por Silgar, en Sanxenxo es un hombre de rutinas. Si no está a bordo del barco, es habitual del Náutico, donde se relaja entre regata y regata tomando una copita de Ribera del Duero o agua o café cuando toca el desayuno del comité de regatas. Cualquiera que sea socio, está acostumbrado a verlo en las instalaciones. El trofeo de la Copa del Mundo de 6 metros y el de Europa descansan en una vitrina del comedor de la tercera planta. En cada visita se acerca a verlos, se siente orgulloso de haberlos ganado y se encargó personalmente de supervisar la placa que recoge el logro deportivo en el 2019. En Sanxenxo volvió a reencontrarse con el mar en 2105 después de su operación.

Ahora lo esperan a mediados de marzo. «Es uno más», dice uno de los miembros de la organización de las regatas, que no cree que el rey emérito se vaya a instalar en la villa, pero mucho menos que lo vaya a hacer en el Náutico, como apunta Pilar Eyre en su blog. En esa supuesta cuarta planta donde dicen que hay camarotes, lo que se esconde es una gran sala en la que se reúne el comité de regatas del que forma parte y en el que es muy activo, según explican algunos de sus compañeros. «Conoce muy bien el mar y se implica mucho», explican.

«Vida muy ordenada»

A pesar de que durante sus estancias lleva una vida «muy ordenada», a nadie se le escapa en Sanxenxo que el placer de una buena comida lo convierte en un habitual de la Taberna del Náutico o de restaurantes como el D'Berto, en O Grove, o Casa Checho, en Ons. «Por la zona de bares de Sanxenxo poco se le ve», explican desde El Aviador, punto de encuentro de otros rostros conocidos como Mariano Rajoy, que para a «tomar su vinito o una caña de vez en cuando». El expresidente es más habitual en los largos paseos por Silgar y en los bares o locales de la zona, junto a su familia y su gran amigo José Benito Suárez, marido de Ana Pastor.

La condesa de Montarco, Charo Palacios, fallecida en el 2016, y una de las caras más habituales del verano sanxenxino, sentía debilidad por esta localidad, en la que hacía una vida tranquila lejos de los focos mediáticos de Madrid. En una entrevista concedida a La Voz de Galicia, en el 2009, reconocía en el jardín de su casa en Punta Palacios que «Sanxenxo es un privilegio, no puedo decir nada malo de aquí».

MÓNICA FERREIRÓS

Llevaba más de 50 años veraneando en esa casa a pie de mar. Su padre, el prestigioso físico Julio Palacios se enamoró de este rincón gallego al que ella no dejo de venir hasta el final de sus días. Iba al mercado y paseaba por el centro, todos la conocían, pero no participaba de la vida nocturna.

Pero, ¿qué tiene Sanxenxo? «Paz, tranquilidad, clima y silencio, aquí uno huye de la vida social», comenta quien es testigo de los inviernos y veranos en la villa. Cada vez son más lo que han tomado ejemplo del Juan Carlos I y se jubilan aquí, convirtiendo su segunda residencia en la primera después de los 65 años. Si hay algo en lo que coinciden los sanxenxinos es que cada vez hay más este perfil de veraneante, que alarga su verano desde marzo hasta casi la Navidad. Nadie sabe si el monarca será uno de ellos, pero sí que Sanxenxo será la única cita fija en su agenda después de desvincularse de la actividad de la familia real española.

En el artículo de LecturasPilar  Eyre enumera una serie de motivos por los que el rey emérito estaría pensando en instalarse en Sanxenxo. Entre otros, resalta que «le adjudicaron un despacho en el Palacio real sin calefacción» o que «la relación con doña Sofía se fue deteriorando» y que «en Sanxenxo se siente muy querido». Para confirmar esta última frase solo hace falta pasearse por la localidad. Es su mejor embajador turístico casi sin verse, pero todos saben que está. Y además, quieren que así sea.