Este desafío atlántico se escribe solo en femenino

SANXENXO

Ramón leiro

Catorce mujeres participan en la regata que recorre las Illas Atlánticas desde Sanxenxo

28 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En el puerto deportivo de Sanxenxo miraban ayer al cielo y al mar. Las nubes y el viento a las puertas del Náutico no restaban emoción a las 14 mujeres que estaban dispuestas a embarcase durante dos días en el Desafío Ola Salud, que organiza Quironprevención coincidiendo con el Día Marítimo Mundial. Es una regata en femenino, por y para mujeres, para poner el foco en el empoderamiento de la mujer en la comunidad marítima con el objetivo de crear conciencia sobre la igualdad de género dentro del sector marítimo.

No irán solas. En los dos veleros estarán acompañadas por cuatro regatistas olímpicos que las guiarán en una aventura que las devolverá hoy al puerto de Sanxenxo después de haber pasado por las islas Cíes, Fisterra y estar de vuelta en Ons para comer. Será la primera vez que bajen del barco después de haberse subido ayer en Sanxenxo. «Será un desafío para ellas y para mí, sin duda me enseñarán mucho y disfrutaremos, además de aprender a navegar, a controlar el viento o izar las velas», señalaba antes de embarcar Kahena Künze, campeona olímpica en Río y candidata a reeditar el oro en los Juegos de Tokio, quien además reconocía que «me hace mucha ilusión participar en este desafío solo de mujeres, para mí no tiene la exigencia de la competición y es una gran oportunidad».

Las participantes convivirán 48 horas en dos veleros haciendo guardias nocturnas y trabajando en equipo. Todas ellas son las responsables de prevención en sus respectivas empresas, pero en esta travesía lucharán por llegar las primeras. «Os esperamos a la vuelta», decían unas a otras en el pantalán.

Las participantes están repartidas en dos embarcaciones con siete mujeres en cada una, acompañadas de dos regatistas profesionales. Kahena Künza acompañará a un grupo junto a Diego Fructuoso, mientras Diego Botín y Iago López se encargarán de enseñar al otro equipo. Este primer tramo es el más complejo, al tener que salir hasta Fisterra con unas condiciones meteorológicas adversas y regresar a Sanxenxo. Mañana volverán a embarcarse bien temprano para la segunda etapa hasta Baiona, donde concluirá el desafío de Quironprevención. Los organizadores decidieron que los veleros regresasen a tierra el sábado por la tarde, después de comer en Ons, para que ellas puedan vivir el ambiente de la regata Rey Juan Carlos, que se está celebrando al mismo tiempo en Sanxenxo.

Y es que si algo se respiraba ayer en el puerto deportivo era mar y preparativos. Mientras las 14 participantes charlaban entre ellas y mostraban la inquietud de quien comienza a navegar por primera vez, los cuatro regatistas que las acompañaban se encargaban de llenar los veleros con los enseres que necesitaban para pasar una noche en alta mar.

Poco después de las doce de la mañana arrancaba un desafío en el que las participantes le ponían tantas ganas como dosis de Biodramina.