El sector encuentra en la villa turística a su principal ejemplo a la hora de innovar y actuar de forma coordinada
21 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Pocos conocen tan bien los mecanismos del mercado y del sector hostelero como Francisco González, que preside a los empresarios turísticos de Sanxenxo.
-¿Cómo percibe el grado de cumplimiento de las normativas de consumo, servicios y horarios en Sanxenxo?
-Yo diría que es alto, porque la Administración se ha encargado de que se cumpla la normativa. Nada tiene que ver el sector turístico actual con el de hace 25 años, porque también nada tiene que ver la legislación actual con la de entonces. El grado de cumplimiento es alto y si nos vamos a establecimientos que están dentro de un sello de calidad, entonces es altísimo, porque el sello te obliga a certificar que haces las cosas. Que queda camino por andar, claro que sí, pero también es cierto que con respecto a otros destinos, el nivel de cumplimiento de la normativa en Sanxenxo es muy alto. Que se intenta aprovechar la temporada por corta lo máximo posible, esto también.
-¿Hay diferencia en este sentido entre las temporadas alta y baja?
-No, porque una inspección va a venir igual en temporada baja o alta. Basta con que se tenga la puerta abierta para que el inspector entre. Hay campañas más claras de temporada, pues sí, estamos teniendo muchas inspecciones de trabajo por la normativa, pues también, pero basta con tener la puerta abierta para saber que puede venir la inspección.
-¿Es correcta la supervisión que se hace desde la Administración sobre estos aspectos?
-Si me habla como empresario las inspecciones no deberían ser en plena temporada porque es cuando estamos trabajando y es cuando más daño hacen si tenemos que atender a los inspectores, pero también si me pongo del lado de la Administración entiendo que el momento de hacerlas es ahora justamente porque es cuando abre el cien por cien de los establecimientos. Si se hace en marzo o febrero en Sanxenxo está solo abierto el 40 % de los establecimientos. Por lo tanto, creo que son necesarias para que todos juguemos con las mismas cartas, pero también haciendo que entiendan que hacer la inspección una noche de un sábado en plena de ola de trabajo va también en contra del administrado y, por lo tanto, hay que hacer las cosas para que sean beneficiosas para ambas partes.
-¿Cómo se evitan los precios abusivos en algunos productos?
-Estamos en una sociedad de mercado. Entonces los precios son libres, es el mercado el que te coloca en su sitio. Una tortilla lleva huevos, patata y cebolla y todos entendemos que esto tiene un precio. Ahora llega un cocinero e inventa una deconstrucción de tortilla, ¿cuánto vale? ¿El tiempo, la creatividad? ¿Cuánto vale? Entonces yo creo que tiene que actuar el mercado. Dicho esto tenemos que vivir de nuestros clientes, mientras nuestros clientes vengan a disfrutar con nosotros. Es decir, tenemos que cobrar lo que tenemos que cobrar para que sea rentable, para cumplir con la normativa y para poder pagar lo que tenemos que pagar, pero sin manejar ni espantar a los clientes.
-Hay gente que se queja, pero no reclama, ¿cómo ve esto?
-Yo creo que las reclamaciones hay que hacerlas, es la única forma de autocorregirnos.
-¿Está la hostelería preparada para recibir el turismo extranjero?
-Cada día más. Voy a hacer 25 años en el sector de la hostelería y del turismo y cuando empecé a nadie le preguntábamos si hablaba inglés. A nadie. Hoy las personas que trabajan en recepción deberían hablar inglés todas, como mínimo. Hoy en todos los servicios de restauración deberíamos tener a alguien que hable inglés como mínimo. Hoy le preguntamos a una persona si habla inglés y si lo hace ya es una razón a mayores para contratarlo.