Aseguran que los robos son continuos y «la Subdelegación no hace nada»
08 nov 2018 . Actualizado a las 09:38 h.«Es un sinvivir. Somos 52 vecinos los que estamos acojon...». Y todo por culpa de los continuos robos y hurtos que atribuyen a un mismo individuo que ha sido detenido o identificado por la Guardia Civil en innumerables ocasiones.
En su caso, los afectados denuncian que se cumplen ese viejo tópico de que los agentes lo detienen y la Justicia los deja en la calle. «No hay manera de meter a este individuo en la cárcel», reprocha uno de los vecinos, al tiempo que desglosa los últimos delitos que le atribuyen a esta personas: tres incursiones en la oficina de Correos, robos en una academia, intentos de asaltos en una óptica, desvalijamientos en bares y en la oficina de un constructor, pero también en bajos, chalés, ya no solo de Vilalonga, sino también de A Lanzada o Portonovo. En los últimos tiempos, aparentemente, se ha centrado en los trasteros de una urbanización, cuyos residentes insisten en que «los niños tienen pánico. No quieren bajar al garaje o salir al patio si no es con sus padres».
Añaden que el problema no son solo los robos, sino que alrededor de esta persona se mueven otras que generan desasosiego e intranquilidad, ya que se trata de individuos que, o bien le traen «material para drogarse», o bien se desplazan hasta Vilalonga para «comprar lo que roba».
En este sentido, precisaron que este fin de semana se tuvo conocimiento de un nuevo asalto a un trastero, del que sustrajeron dos bicicletas con un importante valor económico. La situación se solucionó después de que los damnificados se dirigieran a esta persona y le convencieran para que devolviese ambas.
Los vecinos no solo critican a la Justicia, sino que también reprochan el papel de otras Administraciones. «La Subdelegación del Gobierno no hace nada, mientras la Guardia Civil está desesperada», subrayan recordando que los agentes del instituto armado hacen todo lo que está en sus manos para tratar de esclarecer todos los hechos que son denunciados. «Hay robos en los que intuimos que fue él, pero no lo podemos demostrar», asumen.
Lo cierto es que esta situación no es nueva, ya que se viene arrastrando desde hace muchos meses. De hecho, en el arranque del verano, el Concello de Sanxenxo trasladó por escrito el «sentimiento de preocupación y alarma» a los jugados de Cambados.