Dos renuncias contracorriente

SANXENXO

RAMON LEIRO

Dos caras reconocibles del socialismo en la comarca, Tere Casal y Coral González-Haba, anuncian sus bajas justo cuando el PSOE persigue un relanzamiento electoral en Galicia

30 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tere Casal y Coral González-Haba, dos mujeres con repercusión pública en la provincia por sus trayectorias políticas han comunicado esta semana sus respectivas renuncias a continuar como militantes del PSOE. Pese a que Tere dejó la política activa en el 2011 en la ciudad de Pontevedra y en cambio Coral sigue hoy en día como concejala en la corporación de Sanxenxo, parece que en ambas coincide una evidente desilusión por continuar en el partido del puño y la rosa, lo que les conduce a marcharse en un momento que podría parecer inesperado, hasta inoportuno.

Precisamente esta semana que concluye nos trajo la noticia de que el último barómetro electoral del CIS anunciaba que el PSOE habría sido el partido más votado en Galicia en caso de que los comicios se hubieran celebrado hace un mes. Una prognosis sorprendente que caso de materializarse supondría un vuelco inédito en un territorio donde el PP (antes AP) tiene uno de sus principales caladeros. Sin entrar en la verosimilitud del pronóstico, hay sensaciones y noticias que parecen matizar ese sondeo. Las renuncias de Tere Casal y Coral González-Haba no encajan con ese momento de auge del PSOE. Son episodios contracorriente.

Desagradecimiento

Tere Casal no lo va a decir en público porque su código ético le impide verbalizar una crítica que pueda perjudicar a sus ya excompañeros. Pero su salida de la política activa no fue voluntaria sino forzada. Después de haber sido durante ocho años la primera teniente alcalde de la capital provincial merced a sendos gobiernos de coalición con el BNG de Miguel Fernández Lores y que con ella el PSOE obtuviera sus mejores resultados municipales desde 1983 (seis concejales), fue víctima de una canallada.

A Tere Casal le cerraron el paso a una tercera legislatura desde dentro del propio PSOE pontevedrés argumentando que una u otra corrientes no querían su continuidad como póster electoral y que ella era la manzana de la discordia. La consecuencia de aquello fue que en 2011 el PSOE fracasó y bajó a tres concejales. Cifra que se repitió en 2015 aunque entonces se valoró como un éxito, pues los vaticinios eran temibles.

La perspectiva del tiempo transcurrido confirma mucho olvido para con Tere y la labor de aquellos concejales que cogobernaron esta ciudad durante ocho años. Habían logrado matizar que la gestión de gobierno no era monocolor. No todas las cosas que se han hecho en Pontevedra son obra del BNG y de Lores. En el mandato de 2007, el gabinete coaligado estuvo formado por 7 ediles nacionalistas y 6 socialistas.

Pero actuaciones lideradas por Casal y demás concejales socialistas como el ordenamiento del mercadillo ambulante (Tere puso firme a Sinaí Giménez); el ARI del centro histórico; la rehabilitación de la Casa da Luz y la apertura del Centro de Interpretación de las Torres Arzobispales fueron obviadas por sus sucesores en el PSOE en un clamoroso ejemplo de desagradecimiento.

El avispero de Sanxenxo

En el caso de la concejala de Sanxenxo, la renuncia implica además que el PSOE se queda sin representación en la corporación del municipio turístico costero más importante de Galicia. Una circunstancia inimaginable ya que los socialistas siempre han tenido asiento en ese consistorio. Hay que recordar que hace 23 años incluso llegaron a conquistar una mayoría absoluta que llevó a José Luis Rodríguez Lorenzo a reeditar la alcaldía que había conseguido dos años antes después de prosperar una moción de censura contra José Luis Nieto Barros. Sin embargo, lo que debería haber sido un mandato de lucimiento se convirtió en un martirio para El Puma (así apodaban a José Luis) debido a que tres concejales socialistas (Jaime Corral, Albino Rodríguez y José Miguel Carballa) le dejaron en minoría por desavenencias. En las siguientes elecciones locales de 1999, José Luis Rodríguez fue triturado por Telmo Martín al frente del PP.

Desde entonces los males del PSOE no han parado en Sanxenxo. Hasta tal extremo que cuando José Luis Rodríguez quiso retornar a la política local, intentó infructuosamente volver a ser el cartel de los socialistas y los vetos internos le empujaron a crear una candidatura independiente (VIPS). Logró acta de concejal en el 2007; repitió en el 2011 y fue la llave que permitió a Catalina González retener la alcaldía, asumiendo la delegación de Medio Ambiente y Servicios Municipales. Fue el insospechado pacto que se bautizó como el Vipspartito. Todo ese novelón ha devastado al PSOE sanxenxino, envuelto en una crisis continuada, producto de enfrentamientos entre sectores de la militancia que siguen sin resolverse, como denunció Coral González-Haba en su discurso de explicación en el pleno municipal del pasado lunes.

Por cierto: lo que le ha pasado a los socialistas no es privativo; también le ocurre a la derecha de Sanxenxo. Después del auge que inyectó la victoria de Telmo en 1999, las etapas de Catalina González propiciaron una erosión interna del PP que se materializó en el nacimiento de SAL; los sorprendentes acontecimientos de la legislatura actual y la presunción de hasta cuatro listas que se disputarán el voto de centro derecha en esa villa.

Conclusión: tanto en Sanxenxo, como en otros muchos concellos, la política municipal es muy propensa al cainismo.