La secuencia de ligeros movimientos de tierra que se registra desde hace semanas continúa activa en el territorio de O Salnés. Así lo indica el Instituto Geográfico Nacional, cuyas estaciones detectaron el sábado dos pequeños seísmos que sacudieron el municipio de O Grove. Ambos alcanzaron la misma magnitud, 2,2 grados, insuficiente para ser apreciada por la población. No existe constancia, al menos, de que alguien haya dado la voz de alarma por haber sentido alguno de ellos.
El primero de los movimientos tuvo lugar a las siete y veinte de la mañana. Se localizó a trece kilómetros de profundidad, bajo la península meca. El siguiente seísmo se produjo a las once y cinco de la noche, a una profundidad de once kilómetros bajo la ensenada que forma el Umia.
Dos semanas atrás, el 7 de septiembre, la tierra tembló hasta en una decena de ocasiones en varios puntos de la comarca. La magnitud de los seísmos fue un tanto superior, 2,5 grados, lejos, en cualquier caso, de la intensidad que puede generar problemas apreciables. O Grove, de nuevo, Sanxenxo y Meaño fueron algunas de las localidades afectadas. Varios vecinos sí telefonearon entonces a los servicios de emergencias, advirtiendo de que habían percibido aquellos pequeños terremotos.