El lanzamiento del chupinazo desde el balcón de la casa consistorial de Sanxenxo, a cargo del alcalde Telmo Martín, abrió ayer las fiestas del verano que se prolongarán, con algún que otro intermedio, hasta el 5 de septiembre. El chupinazo fue rápido, pero pasó casi imperceptible. La atención del público estaba puesta en la participación de un entusiasta Colectivo Máis Cantos y de Nelson Quinteiro. Vestidos de blanco inmaculado y acompañando a los cabezudos que regresaron a las calles de la villa después de muchos años, esta agrupación puso música, armonía, canciones y una irresistible sensación de alegría en una calles ya de por sí abarrotadas por el calor del mediodía.
Numerosos bañistas, que no se habían enterado de los festejos, pasaron por delante del grupo con sus sillas de playa y toallas camino de Silgar, y muchos de ellos se pararon para presenciar el espectáculo. «Isto non é un concerto», recordaban desde Máis Cantos, mientras repartían las octavillas con las canciones, invitando a vecinos y turistas a unirse al coro y celebrar el principio de las festividades. Para muchos que residen más allá de la Canda y el Padornelo ayer fueron sus primeros pasos en la lírica gallega, pero el entusiasmo era contagioso y por la Praza de Pascual Veiga se fueron sucediendo interpretaciones de temas como la Rianxeira y De Marín a Portonovo.
El programa continuará este mediodía con la feria de productos artesanos en Os Barcos y la sardiñada popular en el puerto.