Un operativo permite llevar un flotador a una persona que se esté ahogando en el agua en cuestión de pocos segundos
18 ago 2018 . Actualizado a las 00:26 h.El tiempo es oro y, en el caso de una persona que se esté ahogando en el agua, mucho más. Le va en ello la vida. Por eso mismo, el Concello de Sanxenxo innova este mes con la aplicación de drones a sus servicios de salvamento y socorrismo en dos de sus arenales más emblemáticos: Silgar y Montalvo. Esta es la primera experiencia de esta categoría en todo el norte de España, según los organizadores de este sistema. El alcalde, el popular Telmo Martín, y el responsable de Telocrea Drones, Jorge García, acudieron este viernes a un simulacro de este tipo de rescates, con la perspectiva de que el próximo año el Concello contrate este dispositivo para toda la temporada estival. Martín admitió que no podrá ponerse en todas las playas -el coste es de 15.000 euros para dos arenales-, pero sí se mostró confiado en que el Concello podrá dar esta prestación al menos en los arenales más concurridos.
La demostración consistió en un simulacro de una persona que se estaría ahogando en el agua. Un dron, portando un flotador y dirigido por un técnico, se puso en cuestión de unos pocos segundos encima de la persona, hasta que el bañista en peligro pudo agarrarse al salvavidas y evitar el ahogamiento. Este sistema está diseñado para complementar el trabajo de los socorristas que, en caso de una emergencia real, también acudirían hasta el lugar donde se encontraría el bañista en problemas para auxiliarlo hasta la orilla.
Jorge García explicó que estos drones no eliminan la figura del socorrista, sino que la complementan y ayudan. Asimismo, también precisó que no se trata de un dron cualquiera. Tiene que cumplir unos requisitos exigentes para poder hacer bien su misión. Tiene que tener «unas características de robustez al viento y tiene que aguantar el peso del salvavidas», incidió. Además, está dotado para poder llevar un desfibrilador hasta cualquier punto de la playa donde se necesite con urgencia o a un barco que se encuentre en los alrededores y donde haya una persona que sufra un ataque al corazón. «No solo se ciñe a operativos en la playa», comentó García.
Otra de las aplicaciones, por ejemplo, está en la búsqueda de niños perdidos en playas muy concurridas, o en el avistamiento de personas que hayan desaparecido en la lámina de agua, ya que, al sobrevolarla, puede ver con una perspectiva que es imposible para los socorristas.