El guardia que ansiaba pilotar drones

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

SANXENXO

La Justicia, frente a Interior, confirma que ambas actividades son compatibles

10 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Si hace unos días la Justicia daba la razón a un guardia civil pontevedrés que reclamaba el poder compaginar su actividad en el cuerpo con la realización de sesiones de espiritismo, ahora el beneficiado es un agente del puesto de Sanxenxo que en su tiempo libre quiere ser piloto privado de drones para uso comercial. Como suele ocurrir en estos casos, en una primera instancia, Interior denegó la autorización, por lo que el agente se vio obligado a recurrir al Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que ha estimado su recurso.

Miembros de asociaciones de la Guardia Civil criticaron que es el proceder habitual en la Administración central. «Aunque existen incompatibilidades, son conscientes de que podemos realizar determinados trabajos en el ámbito privado, pero, por sistema, nos están denegando las solicitudes y tenemos que acudir al contencioso para que se nos reconozcan estos derechos», lamentaron.

En el caso del agente sanxenxino, su representante legal asumió que el pilotaje de drones siempre estaría supeditado al «estricto cumplimiento de sus deberes y con escrupuloso respeto al horario asignado». De igual modo, remarcó que su imparcialidad e independencia como agente del orden no estaría comprometida, ni trabajaría en cuestiones vinculadas con las actividades que desarrolle la Guardia Civil para, de este modo, evitar un conflicto de intereses.

La sentencia refiere que la incompatibilidad está condicionada siempre a que, por un lado, «la actividad solicitada pueda impedir o menoscabar el estricto cumplimiento de los deberes del funcionario» y, por otro, «pueda comprometer su imparcialidad o independencia». Además, se incide en que «si se hubiera querido excluir totalmente la actividad de piloto de drones [en la normativa que especifica las incompatibilidades] se hubiera hecho expresamente».

Una vez solventando este primer escollo, los magistrados abordan la cuestión económica, ya que está previsto que se excluya el reconocimiento de la compatibilidad cuando comporte la percepción de complementos específicos, o concepto equiparable, que superen el 30 % de la retribución básica, excluidos conceptos basados en la antigüedad. En este caso concreto, los tribunales rechazan las tesis de la Administración y autorizan al agente a pilotar drones de forma privada sin que afecte a su trabajo de guardia civil.

Además de anular la decisión de Interior, el Tribunal Superior le impone a la Administración cuatrocientos euros de costas.