El pantalán pesquero de Sanxenxo se cae a pedazos quince años después

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

SANXENXO

MARCOS GAGO

La cofradía critica el desinterés de Portos y señala que ya ha habido dos accidentes

17 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El número de tablas dañadas o directamente rotas y agujereadas en el pantalán pesquero de Sanxenxo es superior al de elementos en buen estado. Quince años después de su colocación, cuando se inauguró el flamante puerto de la capital turística de las Rías Baixas, esta instalación de servicio a algo más de una treintena de barcos pesqueros se cae a pedazos. Literalmente. No es una exageración. Solo hace falta acercarse a la barandilla y mirar para abajo.

Sauro Martínez es el patrón mayor de Sanxenxo y ayer expuso la queja del colectivo que preside. Sostiene que está cansado de informar a Portos del estado del pantalán y añade que no le hacen caso. Hay inversiones en otros puertos, algunos no muy lejos, pero no en el pantalán de Sanxenxo.

Desde las escaleras de piedra que dan acceso al pantalán, alcanzar los puntos de atraque de los barcos es como un juego de la oca. Hay que ir saltando varias tablas y, por si acaso, mejor no pisar muy fuerte, porque el suelo puede ceder fácilmente. La madera está astillada, según añade Martínez, porque Portos ordenó a sus operarios aplicarle un material que no solo le ha quitado la capa de protección que tenía en superficie, sino que además ha debilitado la madera. Y el resultado está a la vista.

El patrón mayor es incisivo. Señala que se han producido dos accidentes por el mal estado de esta tarima. Uno de los afectados fue ni más ni menos que el propio trabajador que se ocupaba de esta tarea de mantenimiento. Según precisa Sauro Martínez, a este operario se le rompió una tabla y acabó metiendo toda la pierna por el agujero. El segundo accidente fue un marinero al que le quedó enganchado un pie en otro hueco y está valorando interponer una denuncia ante la Guardia Civil. Cree que Portos debería actuar ya, antes de que la situación se le vaya de las manos y acabe ocurriendo algo peor.

No es la única deficiencia que detecta en la parte pesquera del puerto de Sanxenxo. El patrón mayor pidió hace meses que Portos autorizase la colocación de unas casetas, de dos metros y medio de alto, para poder guardar los aparejos. Los trabajadores del mar están cansados de ver sus nasas y redes tiradas o amontonadas aquí y allá, mientras en otros puertos tienen lugares donde guardarlas. «Aducen desde Santiago que sería un gran impacto. Nosotros llevamos 119 años aquí y yo creo que no hay mayor impacto que el que la Administración ha llevado a cabo en Sanxenxo, que lo han tapado todo», ironiza. Martínez arremete con que desde Portos «ni siquiera se dignan de levantar un teléfono y llamarnos para explicarnos por qué no nos atienden».

Más quejas de la cofradía. Critican la forma de recoger el aceite usado de los barcos y señalan que se podía hacer mejor. Desde luego, el aspecto exterior del contenedor deja mucho que desear. Por último, está la iluminación. Focos led para la Praza dos Barcos y alógenos para el área pesquera donde, además, no funcionan todos.