El mar empuja misteriosos fardos de origen desconocido a Major y O Grove

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

SANXENXO

La función de los bultos, que parecen estar llenos de caucho, siembra el desconcierto

21 feb 2018 . Actualizado a las 20:46 h.

Fardos del tamaño de un saco de cemento, aparentemente bien empaquetados y compuestos por una sustancia parecida al caucho o a un gel, de origen desconocido y de función por identificar. Todo un misterio que las olas empujan hacia las playas de Sanxenxo y O Grove desde finales de enero y que tiene desconcertados por igual a vecinos, profesionales del mar y Guardia Civil. ¿Qué son estos fardos? ¿Para qué sirven? ¿Cuánto tiempo llevan en el mar? ¿Por qué aparecen ahora en la orilla de la comarca? ¿Cuántos más hay? Son preguntas que, por ahora, están sin resolver.

El primer hallazgo se produjo el 28 de enero, cuando un fardo apareció flotando en la playa de O Carreiro, en O Grove, junto al yacimiento arqueológico de Adro Vello. Quedó claro desde el primer momento que aquel bulto sospechoso -hubo quien pensó que podría ser droga- era algo raro e inusual. Protección Civil se personó en el lugar y comprobaron que se trataba de un bloque de un material semejante al caucho. En principio, sin contenido alguno.

El domingo 11 de febrero el mar dejó otra pieza en la misma playa y la Guardia Civil se personó en el arenal para tratar de aclarar el origen de estos curiosos residuos. Se descartó que se tratase de fardos de droga. Quedaba saber qué es. El responsable del servicio de emergencias meco señaló la hipótesis de que se tratase de algún tipo de protección de bateas o de algún peso para barcos o las plataformas mejilloneras. Una idea a la que se sumó la Guardia Civil, pero que en la comarca no convence en ámbitos pesqueros ni bateeiros.

No es droga

En el caso de este segundo paquete se descartó que tuviese droga o residuos contaminantes en su interior. Intentaron perforarlo, pero no consiguieron romperlo. Parecía una anécdota más de objetos extraños en el mar hasta la semana pasada. Y es que el miércoles le tocó el turno a la playa de Major, en Sanxenxo, donde un tercer fardo, de características similares a los anteriores, fue descubierto por una vecina que estaba en la playa paseando. Otra vez la Guardia Civil se presentó en el lugar y peinó el entorno hasta Pragueira.

Al día siguiente, las olas, como si estuviesen jugando al gato y al ratón, volvieron a depositar otro fardo. Y un quinto volvió a salir del océano el pasado domingo y también en Major.

Llama la atención, por otra parte, que el primer fardo que apareció en O Grove tenía mejilla adosada. Es decir, se le presume un tiempo considerable depositado en el mar, mientras que los otros cuatro, aunque tampoco parece que están en el agua desde ayer, no tienen ningún crustáceo adosado.

Quizás los temporales de estos últimos dos meses los han empujado a las playas, pero nadie sabe con certeza qué son estos objetos. Hay quien especula con que se trate de algún tipo de material de la carga de un contenedor, que pudiese haber caído al mar desde un mercante. También es llamativo el lugar donde apareció, en las aguas exteriores de O Salnés, porque las cofradías han confirmado de que ningún barco les ha alertado del hallazgo de estos fardos en redes, ni se ha detectado en otras playas ni en Ons.