Luis Rocafort, en Sanxenxo, la calle que rompió un gobierno

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

SANXENXO

CEDIDA

Vecinos y visitantes pueden disfrutar de una avenida renovada totalmente, aunque la polémica vecinal continúa su curso

07 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La avenida de Luis Rocafort, la principal arteria de acceso a la playa de Silgar, en Sanxenxo, ha sido desde hace más de un año un campo de batalla política y vecinal, que se llevó por delante el tripartito en primavera y propició el ascenso del popular Telmo Martín a la alcaldía. Las obras ya están acabadas, la renovada avenida, que ejecutó la Diputación, se entregó al Concello el pasado día 30. ¿Cómo es la nueva calle y en qué ha cambiado con respecto a la anterior?

En primer lugar, hay que señalar que todos están de acuerdo en que la calle ha mejorado sustancialmente. Con aceras nuevas, servicios y canalizaciones repuestos, farolas de diseño, pasos de cebra y una señalización horizontal que, al menos se ve, Luis Rocafort no tiene nada que ver con lo que había antes de la obra. La Diputación invirtió en esta actuación más de 1,6 millones de euros y su vicepresidente, el nacionalista César Mosquera, explicó en reiteradas ocasiones que se había atendido a un diseño moderno, más seguro para el peatón y que servirá como ejemplo a seguir en otras vías urbanas de la provincia.

Luis Rocafort ahora tiene bancos, una iluminación muy superior a la media de las calles de la localidad y una limitación al tráfico a treinta kilómetros por hora que, junto con lombos y pasos elevados, impiden que a algún gracioso se le ocurra pensar que está en un circuito de coches.

En esto hay consenso. Donde sigue sin haberlo es en la distribución de los aparcamientos en la vía. El nuevo diseño prevé la habilitación de cien plazas de párking para los vehículos que aparquen a sus lados. El problema está en que se suprimieron las plazas en batería, en lugar de retener las máximas posibles como pidió la presidenta de la plataforma de afectados, Laura Fernández. La crítica de la plataforma es incisiva. Ahora quieren tener una reunión con el actual alcalde para pedirle que modifique el aparcamiento en varios puntos de esta avenida. «Lo que está claro es que esta calle así no es práctica», concluye Fernández.

Todo lo contrario sostiene la Diputación que destaca el buen diseño de la vía, la garantía de seguridad de los peatones y la solución a una carretera que llevaba décadas esperando al menos una mano de pintura. Mucho más que una brocha se ha gastado la Diputación en esta obra. El verano será la prueba del algodón, cuando Sanxenxo se llene de turistas. El tiempo dará o quitará razones.