Gonzalo Pita, exalcalde de Sanxenxo: «El PP se merecía una cura de humildad»

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

SANXENXO

CAPOTILLO

Independiente, le arrebató el bastón a los populares, y a los dos años se lo devolvió

04 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El de Gonzalo Pita (Vilalonga, Sanxenxo, 1970) es uno de los casos más peculiares del presente mandato municipal en Galicia. En el 2011 era agente de seguros y lo llamaron para liderar Sanxenxo Agrupación Liberal (SAL), una formación independiente promovida por escindidos del PP. Fue la segunda opción más votada en el 2015 y todo el mundo daba por hecho la reconciliación con los populares, liderados por Telmo Martín. Y así fue, pero en diferido, porque el pacto llegó tras dos años en los que Pita fue alcalde con un complejo cuatripartito con el PSOE, el BNG y un edil de Sanxenxo Pode, que fue el primero en hacer zozobrar la nave. Pita sigue como teniente de alcalde.

-Sanxenxo es la tercera ciudad gallega en verano, pero en invierno son muy poquitos, ¿afectó el cambio a la convivencia?

-Esto estuvo algo revuelto el primer mes, pero pasado el verano se tranquilizó todo y ya hemos cumplido alguna promesa importante. La gente se da cuenta de que fue una decisión acertada. Algún vecino de la izquierda radical igual te llama lo que se le venga a la cabeza, cuando no insinúa que hay por medio una compra o corrupción, pero yo lo tengo muy claro. La situación anterior era muy inestable y tenía que buscar una solución, por eso preferí ceder el bastón de mando. Algunos me llamarán gilipollas, y otros, valiente.

-Lo que pensarán muchos es que se perdieron dos años valiosos para Sanxenxo.

-Nunca dije una cosa e hice la contraria. En campaña advertí que pactaría en base a un programa, pero cuando llegó el momento de negociar nos dimos cuenta de que el PP necesitaba una cura de humildad en Sanxenxo. Por el otro lado comprobé que podíamos impulsar un pacto que yo quería que fuera de nueve personas, y no de cuatro partidos. A los diez meses nos quedamos en minoría -el edil de Sanxenxo Pode se desmarcó- y el BNG empezó a meter el codo, así que todo quedó desvirtuado.

-¿Y cuál fue el principal argumento para devolverle la alcaldía a Telmo Martín?

-La estabilidad. En minoría iba a ser muy difícil sacar cosas adelante y ahora, como teniente de alcalde, soy capaz de cumplir cuestiones más o menos relevantes buscando el consenso. Con Telmo Martín hablo todos los días y acordamos temas pensando en los vecinos, que es del lado en el que siempre quiero estar.

-El PP fue la lista más votada.

-Ya, pero no pasa nada porque haya pactos y más de un partido en el poder. Evita la prepotencia, como ocurrió en Sanxenxo en el pasado.

-La proliferación de partidos independientes está poniendo muy caras las mayorías, ¿habrá más para el 2019?

-Si esos partidos aportan a los concellos y a los vecinos es bueno que obtengan representación, al margen de su ideología, pero siempre buscando el consenso y la estabilidad.

-Y a usted, ¿le quedan ganas de seguir en política?

-A mí me va a llevar cinco minutos dejar todo esto, pero solo lo haré cuando no tenga ilusión. Si sigo en el Concello es por compromiso con los vecinos, que son los que me van a poner en mi sitio.