Comienzan las obras del nuevo paso peatonal junto a la carretera de las salinas
14 nov 2017 . Actualizado a las 05:05 h.Los vecinos y visitantes a la playa de A Lanzada, en Sanxenxo, podrán cruzar con seguridad, en un plazo máximo de un mes, la carretera PO-308 entre el camino de las salinas, en A Revolta, y el famoso arenal. El jefe territorial de Infraestruturas, José Luis Díez, y el alcalde de Sanxenxo, el popular Telmo Martín, se desplazaron ayer hasta el cruce en cuestión para el inicio de las obras de este paso peatonal con semáforos. La intervención la lleva a cabo la Xunta, con un presupuesto de 60.000 euros. Con esta iniciativa se da respuesta a una demanda vecinal desde que hace cuatro años la Administración autonómica suprimió el paso de cebra que unía el camino de las salinas con la playa a la altura de la PO-308, alegando que no cumplía con los requisitos de seguridad exigibles.
El nuevo paso consistirá en dos semáforos de pulsar, que se ajustarán a la demanda real de los viandantes y así evitarán alterar el tránsito de vehículos innecesariamente. Asimismo, estos semáforos estarán iluminados para que puedan funcionar con garantías de noche o en momentos de mala visibilidad. El tráfico se limitará a treinta kilómetros hora en dirección a Sanxenxo y a cuarenta en sentido a O Grove y A Revolta. Además, se colocarán reductores de velocidad que se podrán retirar en invierno cuando el número de usuarios de a pie es muy limitado y así se interfiere menos en el tráfico.
Desde Infraestruturas precisaron que el acceso a pie a la playa es «moi elevado», entre vecinos y visitantes en temporada estival. Este flujo de personas se concreta, fundamentalmente, a primera hora de la mañaa y al final de la tarde, cuando en verano los usuarios van y regresan de la playa. Por su parte, la intensidad media de esta carretera es de 10.000 vehículos al día, superándose esta cifra de forma exponencial en julio y agosto.
Tanto Díez como Martín destacaron que la opción en marcha es la más adecuada para lospeatones. Entre otras alternativas que se analizaron estaba la construcción de una pasarela sobre la carretera. Sin embargo, esta medida planteaba problemas de utilidad para las personas con movilidad reducida y también de carácter técnico al estar clasificada A Lanzada en la Red Natura 2000. El paso subterráneo también se desechó por las mismas razones y por el temo de que se inundase en invierno.