Lleno total en la costa: «Son as seis da tarde e seguimos sacando comidas»

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

SANXENXO

OSCAR VíFER

Dueños de chiringuitos destacan la afluencia de clientes el día más caluroso del estío

21 ago 2017 . Actualizado a las 10:59 h.

Hay quien tiene la teoría de que a partir del quince de agosto el verano empieza a decaer y ya hay que ir pensando en el otoño. De hecho, estos días ya pueden verse escaparates con chaquetas, jerséis e incluso anoraks con forro polar. Pero las temperaturas no avalan esa tesis de que el estío se despide ya. Todo al contrario, el de ayer fue el día más caluroso del verano en las Rías Baixas. Según los datos de Meteogalicia, en Pontevedra se alcanzaron los 38,5 grados, en Sanxenxo se llegó a los 36 y en Vilagarcía los 33,6. La única jornada en la que hubo temperaturas parecidas fue la del 15 de julio. Y aún así no se llegó a tanto. Ante la canícula, ocurrieron tres cosas: llenazo en las playas, atascos para acceder a la costa y colas para comer en restaurantes y chiringuitos.

Consciente de que el calor iba a apretar, una multitud se desplazó a los arenales. La primera batalla que tocó lidiar fue la de los atascos. Al mediodía, las retenciones en la autovía de O Salnés se hacían notar, sobre todo en la salida hacia Sanxenxo. Igualmente, la caravana era importante en el tramo que va hacia O Grove y que solo cuenta con dos carriles. Algo mejor estaba el tráfico a esa hora en la carretera de la costa desde Pontevedra a Sanxenxo, el vial PO-308. Luego, aparcar a pie de los arenales era casi misión imposible. Hubo pleno de coches y bañistas en todos los puntos del litoral.

Con semejante panorama, lo previsible es que las colas para comer en cualquier local hostelero también fuesen enormes. Lo fueron. Bastaba escuchar hablar a Carmela Garrido, del chiringuito de Foxos, en Sanxenxo: «¿Se houbo moita xente hoxe? Son as seis da tarde e seguimos sacando comidas... Isto é moito, moito. E que siga así, que non pare», señalaba con un humor envidiable pese a estar en pleno trajín. Oliver Dasilva, desde el chiringuito de Sinás, en Raxó, añadía: «Houbo moita, moita xente pero penso que non foi o máis día de afluencia do verán porque houbo quen, con tanta calor, preferiu quedar na praia e comer algo case metido na auga que saír a algún local. Hoxe non se para, é moita a calor», señalaba desde su local hostelero.