Sanxenxo vivió esta semana una situación inusual. En menos de una semana ha pasado por tres alcaldes: Gonzalo Pita, Daniel Fernández y Telmo Martín. Una rápida sucesión consecuencia de un pacto bipartito que causó todo un terremoto hace dos semanas y que todavía sigue dando que hablar -y lo seguirá haciendo durante un tiempo- en todos los corrillos políticos de Galicia que se precien.
Gonzalo Pita, además, inaugura una idea que está por ver si marcará tendencia o será solo un episodio aislado. Y es que Pita, alcalde de Sanxenxo desde el 2015 con los votos de un cuatripartito que perdió ya una de sus patas al año del gobierno, dejó el bastón de mando el lunes en un pleno exprés, pero preserva su escaño. En las filas populares se alabó esta decisión, que cuenta con el respaldo de dos de sus ediles, Daniel Fernández y Jesús Sueiro, y gran parte de los afiliados de SAL. No es habitual, al menos el que escribe estas líneas no conoce otro caso, de un alcalde que renuncie y siga en el ejecutivo a las órdenes de su rival durante dos años. Telmo Martín justificó esta decisión en la rueda de prensa que sirvió de puesta de largo del pacto bipartito. Lo volvió a hacer en el pleno. Lo calificó de hombre «honesto» que, ante el desprecio que sufría de sus ex socios de coalición -BNG y PSOE-, antepuso los intereses de Sanxenxo por encima de los de cualquier partido y su propio futuro político. Por eso Martín lo quiere en su equipo, porque lo considera íntegro y lo valora.
Otro cantar es el que entonan sus antiguos socios de gobierno, que no han dejado de enumerar epítetos que son todo menos elogios. La socialista Coral González-Haba habló directamente de «traición». El nacionalista David Otero fue aún más sarcástico: «Vuelve Telmo Martín, vuelven los problemas», y añadió que los vecinos se lo tienen que agradecer a Pita. Una tercera voz discordante es la de la cuarta edila de SAL, Vanessa Rodríguez Búa, que lidera un bando de los liberales que antes amputan una mano que firmar el pacto con Telmo Martín. Está por ver qué ocurre con SAL.
Y mientras Gonzalo Pita dejaba su cargo, lo ocupó solo por dos días, su compañero de filas Daniel Fernández. No es este edil un político propenso a las grandes intervenciones en público, pero asumió el reto que le pidieron y lo cumplió con creces. Pita le rogó el lunes que convocase el pleno para elegir alcalde lo antes posible y Fernández lo celebró el miércoles por la noche. Allí, SAL entregó la alcaldía al PP y Telmo Martín, emocionado, alzó el bastón de mando a la vista de un público entregado. Quizás esta es la foto que todos esperaban en el 2015. Quizás se vuelva a repetir en el 2019. O no. La vida da muchas vueltas.