El talismán de los ascensos

Aleixandre Méndez
Aleixandre Méndez PONTEVEDRA / LA VOZ

SANXENXO

CEDIDA

El sanxenxino Norman Rey logró el pasado fin de semana con el La Roda su tercer salto de categoría en cinco años

24 may 2017 . Actualizado a las 08:17 h.

Norman Rey (Sanxenxo, 1987) parece haberle cogido el gusto a celebrar ascensos. Después de hacerlo en la primavera del 2013 con el Xuven de Cambados, dando el salto a LEB Plata, el año pasado volvió a degustar el dulce sabor del éxito con el Peixe Galego, con el que levantó la Copa LEB Plata y logró después el ascenso a LEB Oro. Y apenas una temporada después, el pasado fin de semana ha repetido la experiencia al conseguir el ascenso, de nuevo a LEB Plata, en esta ocasión con el Globalcaja La Roda manchego, en la que ha sido su primera experiencia deportiva lejos de Galicia. Una hoja de servicios envidiable que, como reconoce el propio jugador, no ha no ha pasado desapercibida entre sus compañeros. «Estos días me están llamando talismán», bromea el sanxenxino.

Después de toda una vida entre el Peixe Galego y el Xuven, Rey decidió hace escasamente un año que era el momento de iniciar una nueva aventura. Y para ello, optó por aceptar la oferta de un equipo dirigido por un técnico que insistió en contar con él allá donde estuviese. «A mitad de la pasada temporada ya contactó conmigo mi actual entrenador, Álex González, que entonces estaba en Quintanar de Rey, interesándose en ficharme -recuerda el ala-pívot-. Pero después, cuando ya estaba todo muy avanzado, me volvió a llamar explicándome que esta temporada entrenaría al La Roda, pero que seguía muy interesado en contar conmigo. Y como yo tenía ganas de un cambio de aires, decidí aceptar», añade.

Los inicios, en todo caso, no fueron sencillos. «Al principio me costó adaptarme, porque aquí jugamos en goma y yo estaba acostumbrado al parqué y tuve bastantes problemas de talones», cuenta Rey. Pero conforme avanzó la temporada, las sensaciones fueron mejorando. «Ahora al final me encontré mucho mejor físicamente», dice. Y, coincidencia o no, su equipo ganó nueve de los últimos diez partidos, finalizando la liga en una cuarta posición que, desgraciadamente, les dejaba fuera de la lucha por el ascenso. Pero gracias a la renuncia del Real Madrid, tuvieron derecho a participar en la fase.

«Nos metimos prácticamente de rebote», admite Rey. Aunque, una vez en ella, llegó la gesta. Primero vencieron al Cartagena, en un partido en el que se enfrentó a un Michel Diouf, con el que coincidió tanto en el Xuven como en su actual club parte de la temporada. Y después su víctima fue un Calviá al que el sanxenxino consideraba el rival más difícil. «Después de ganar los dos primeros nos lo empezamos a creer», admite Rey. Y ante el Cazorla, anfitrión de la fase y con otros dos viejos conocidos del Xuven como Diata Diop y Placide, llegó el delirio. «Dimos la campanada», afirma Rey.

Entre la pista y el aula

Ayer, con las maletas ya preparadas para regresar a casa, Rey admitía que ahora sería todo un premio volver a jugar en Plata con un La Roda que se estrenaría en esta categoría. «Espero que sí, pero será difícil», apunta el sanxenxino, ya que explica que el club tendría que afrontar una gran inversión para adaptar sus instalaciones a las exigencias de la categoría. «Estoy muy a gusto aquí, que es lo que busco ahora mismo», añade un Norman Rey que, de todos modos, admite haber seguido de cerca las evoluciones del Xuven o el Peixe Galego con los que afirma haber sufrido este año desde la distancia, por el descenso de los marinenses y el sinsabor de los cambadeses tras quedarse a las puertas del ascenso.

Aunque, si finalmente no es así, el ala-pívot afirma que no será un drama, ya que ahora su mente ha dejado de pensar solo en baloncesto. «Quiero seguir jugando, aunque ahora lo haré compaginándolo con la preparación de oposiciones a maestro de Primaria», desvela. Un nuevo reto en el que, si muestra la misma eficacia que a la hora de lograr ascensos en la pista, hará que tiemblen el restos de opositores.