La llegada de ingleses empieza a despegar, mientras que el público portugués es el más fiel y continúa creciendo
10 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.
Lucina McPherson-Davis, una joven turista británica, lo tiene claro. De Sanxenxo le gusta «muchísimo» la playa de Silgar, que es «encantadora»; las tiendas, que son «muy buenas» y en general el ambiente que se respira por todas partes. Ella y sus amigos, procedentes del entorno metroplitano de Londres, son un ejemplo del público extranjero no portugués que está empezando a dejarse ver por Sanxenxo. En las oficinas de turismo se percibe esta afluencia de visitantes foráneos, sobre todo ingleses, franceses y alemanes, que se suman a los ya habituales lusos, un sector turístico fiel y que este verano también ha incrementado su presencia, según explica Romina Fernández, coordinadora de turismo del Concello de Sanxenxo.
Thomas Mansfield y Stuart Cameron son otros dos ingleses de un grupo de nueve que ayer pasó en día en la capital turística de las Rías Baixas. La costa y sus paisajes les encanta a ambos. Es muy diferente a Chelmsford, la localidad donde residen en Inglaterra, muy lejos del mar. El padre de uno de ellos es el que les habló de Sanxenxo y los animó a visitarlo. De la comarca, conocen Pontevedra y Cuntis. Y cuando hagan las maletas y regresen a sus hogares, se llevarán un montón de gratos recuerdos, entre ellos, la comida, incluido el pulpo a la gallega, un animal que no figura en los menús británicos, pero al que no se pudieron resistir a probar.
Para este grupo, Sanxenxo supera con creces la prueba de la excelencia turística. Amelia Pollard explica: «Es una localidad muy bonita y tranquila, la gente es amistosa y las calles están limpias. Además, la comida es buena». Ellen Clark resume qué les atrae: «El lugar es hermoso y muy diferente a nuestra casa».