Cuatro centros educativos se unen para diseñar y crear una cocina móvil

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

SANXENXO

El proyecto permitirá convertir la furgoneta cedida en algo parecido a la de la imagen.
El proyecto permitirá convertir la furgoneta cedida en algo parecido a la de la imagen. cedida

Treinta profesores y más de 60 alumnos participan en «PonteVan: FP na rúa», que acaba de ser premiado

24 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuatro centros educativos de Pontevedra desarrollarán en lo que queda de curso y en parte del que viene un proyecto de innovación. Se llama PonteVan: FP na rúa y lo impulsan el CIFP Carlos Oroza -como coordinador-, el CIFP A Xunqueira, el IES Frei Martín Sarmiento y el IES Montecelo. Para llevar a la práctica esta iniciativa sumarán esfuerzos y conocimientos un equipo multidisciplinar formado por treinta profesores y más de sesenta alumnos.

¿Y en qué consiste PonteVan: FP na rúa? Según explicó Ricardo Fernández Guerra, del CIFP Carlos Oroza, se trata de poner en la calle un vehículo de comida. Docentes y estudiantes realizarán un diseño integral de una furgoneta que funcionará como aula móvil de cocina, elaborando y sirviendo productos sanos, naturales y que respeten, cuando sea necesario, alergias e intolerancias alimentarias.

Aunque el proyecto se presentó en otoño, no fue hasta el pasado viernes cuando supieron que el suyo es uno de los diecinueve premiados por la Consellería de Educación en Galicia. Recibirá 28.259 euros.

Cada centro, en el ámbito de su especialidad, sumará fuerzas para llevar a cabo esta propuesta innovadora basada en el concepto learning by doing (aprender haciendo). Además de los cuatro centros educativos, se han implicado en el proyecto siete empresas: Vepersa, Fagor Industrial, CimaLAB, Quantum Automotive, Martínez Otero Contract, Galtex 2015 y Hedomin, empresa tecnológica de energías renovables de Sanxenxo que dona la furgoneta.

Asesoramiento

Estas firmas ofrecerán apoyo técnico y asesoramiento operativo así como métodos de producción y medios que ayuden al desarrollo de las líneas básicas del proyecto. ¿Y los socios, cómo se distribuirán el trabajo? El CIFP A Xunqueira realizará la modificación integral a modo de food-truck del vehículo (interior y exterior) para que pueda ofrecer servicios de comida en la calle o en eventos especiales en diferentes situaciones.

Por su parte, el IES Montecelo acometerá las labores de diseño exterior del vehículo (logotipo, ploteado...), así como de los materiales necesarios para el servicio de elaboraciones (cartonaje, platos, vasos o cartelería promocional). Los dos centros restantes, el CIFP Carlos Oroza y el IES Frei Martín Sarmiento, trabajarán en equipo para el estudio de elaboraciones culinarias adecuadas a cada uno de los casos concretos. Entre ellos, actividades en colegios promocionando menús saludables, oferta gastronómica específica para colectivos con algún tipo de alergia o intolerancia alimentaria, o menús que fomenten los productos tradicionales de la comarca.

Menús saludables para los escolares, entre las actividades

Cuando sea una realidad, el vehículo PonteVan realizará actividades específicas con alumnado en los propios centros que lo soliciten. Servirán menús saludables para estudiantes de las distintas etapas, desde infantil a bachillerato. Además, también harán iniciativas de integración social pensadas para discapacitados visuales y físicos.

Acciones de promoción del proyecto en otras provincias para extender la experiencia a centros similares es una de las opciones que se contemplan. Otra es la realización de actividades conjuntas o servicios puntuales de comida con las empresas colaboradoras del proyecto. En este sentido, también se baraja la colaboración con entidades públicas en eventos o actos de promoción de productos, jornadas o actividades del ámbito de las Administraciones públicas.

Pero, sin duda, una de las líneas de PonteVan es demostrar cómo un proyecto empresarial que nació del emprendimiento puede convertirse en una salida laboral, algo que remachó el profesor Ricardo Fernández Guerra. La experiencia permite obtener «información real e contrastada» de los costes y trámites necesarios que posibilitan una salida laboral desde el emprendimiento al alumnado que participe en el proyecto.