Espesos arbustos invaden aceras y viales en ámbitos de todo el rural donde en su día se proyectaron chalés y naves empresariales
31 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Sorprendidos por la crisis económica o problemas administrativos inesperados, algo más de una docena de ámbitos urbanizables de Sanxenxo se han quedado congelados en el tiempo. Los viales están construidos, pero el asfalto está inservible. Las farolas están colocadas y se resisten a ser consumidas por los arbustos que cada día amenazan con ahogarlas. Las aceras, que lucieron en su momento como una medida de seguridad peatonal de la que carecen incluso vías principales del municipio como la PO-308, son intransitables. Varios años después de que las máquinas y los obreros dejasen de trabajar, la naturaleza ha reconquistado lo que era suyo. En el lugar de chalés, crecen zarzas, xestas y hasta eucaliptos o pinos. En algunas aún subsisten los cierres, en otras se han caído o los han robado.
El resultado es desolador. Mientras el deterioro de los sistemas viarios continúa, sus propietarios esperan tiempos mejores para retomar las obras de urbanizaciones con vistas sobre la ría que quitan el hipo. En otros casos, las propiedades han recaído en el Sareb, el banco malo donde han confluido muchos activos de entidades bancarias embargados a sus promotores originales. Hay suelos urbanizables que están también en manos de otros bancos, pero que tampoco se arriesgan a rematarlos y se contentan con ponerlos a la venta en sus portales inmobiliarios.
La consecuencia más llamativa que está teniendo esta situación es que Sanxenxo está salpicada de pequeñas o grandes urbanizaciones que existen sobre el papel, con la tramitación administrativa finalizada desde hace años, pero donde no se ha edificado ninguna casa -y menos mal porque hoy estarían ya derrumbándose-, mientras que en la realidad física de los lugares, la vegetación se está comiendo literalmente los sistemas viarios.
El Concello tampoco puede asumir la conservación de estos viales, que en algunos casos prestarían un importante servicio de conexión en el entramado de carreteras del rural. La razón está en que estos suelos urbanizables, por diferentes cuestiones, no pueden aún ser recibidos por el Ayuntamiento, que no puede ocuparse, por lo tanto, de la conservación de las futuras carreteras. Sus titulares tampoco lo hacen y el deterioro continúa.
Al lado de la playa. Una valla separa una urbanización solo trazada por sus viales y aceras junto al arenal y la carretera PO-308. Farolas, asfalto y aceras esperan desde hace años. foto m.g.
Los matorrales engullen el cierre. La abundancia de maleza en este suelo urbanizable es tan grande, que los arbustos han acabado derribando los cierres y destrozando aceras y asfalto. foto m.g.
Xestas de varios metros. Ninguna edificación anticipa el proyecto urbanizador cerca de la cumbre del monte. En lugar de chalés, lo que abunda son las xestas que lo invaden todo. foto m.g.
La eterna promesa. Sus fincas industriales están vacías, pero sus viales, muy usados por los vecinos, se mantienen bien, a cargo del aval incautado a la junta de compensación. foto CAPOTILLO