Por un monte libre de trampas y con ciclistas

Elena Larriba García
Elena larriba PONTEVEDRA / LA VOZ

SANXENXO

Setecientos ciclistas exigieron en las concentraciones de Monte Castrove y Pontevedra que las acciones que atentan contra sus vidas no queden impunes

09 nov 2015 . Actualizado a las 17:10 h.

Alrededor de setecientos ciclistas de una veintena de clubes y peñas de toda la provincia de Pontevedra e incluso del sur de A Coruña, aficionados, deportista de nivel, dirigentes de la Federación Gallega de Ciclismo y gente común amante de la naturaleza y el medio ambiente, se juntaron ayer para defender un monte libre de trampas para disfrute de todos: los que pedalean, los senderistas, los corredores, los que van en moto o en quad, los que recogen setas y los que simplemente pasean.

La doble concentración de protesta de este pasado domingo, convocada por los colectivos Pedaladas y Masa Crítica en el Monte Castrove y en la praza de España de Pontevedra, fue toda una demostración de fuerza y concienciación ciudadana sobre los peligros que acechan en el monte por la colación con mala fe de cables, troncos y piedras estratégicamente atravesadas y tablas con puntas que atentan contra la seguridad y la vida de las personas.

En la primera de estas concentraciones, en el Castrove, había tantos ciclistas que tuvieron que apretarse para dejar expedito un carril de acceso a las instalaciones del Campo de Golf de Meis. Llegaron de Ribadumia, de Cambados, de Sanxenxo, de Santiago, de Valga, de Pontevedra... Y entre ellos estaban figuras como Lucía Vázquez -golpeada hace unos días por un coche en Vilaboa- y Delio Fernández, pero también el actor y humorista, David Amor, que se encargó de leer el manifiesto, releído una hora después en Pontevedra por el periodista Ramón Mella.

Diego González, el joven de Vigo que hace poco más de un año sufrió un grave accidente en bicicleta que le dejó paralítico tras impactar con una piedra en el Monte Alba (Valladares), simbolizó a las víctimas de las trampas en los montes con su presencia en la concentración de la praza de España de Pontevedra, apoyada también por políticos de este Concello, como Luis Bará, Jacobo Moreira y Agustín Fernández, entre otros.

En el manifiesto, los convocantes y participantes en ambas concentraciones subrayaron que «un acto criminal nunca es justificable» y que no van a aceptar que se pongan en peligro sus vidas por hacer uso de un vehículo sostenible, ecológico y saludable. Esta advertencia iba dirigida a quienes les culpan «de que molestamos en el monte, de que no vamos por las pistas que ellos quieren, que dañamos árboles, que no respetamos sus carteles ilegales, que somos muchos, que jueves, domingos y festivos no deberíamos estar en el monte porque está reservado para otros».

Denuncias

Los colectivos de ciclistas, más unidos que nunca, abogaron porque este tipo de actos no queden impunes y denunciarán «cada hecho de esta barbarie» ante las instituciones que deben cuidar por la seguridad. «No aceptamos que nuestros montes se conviertan en lugares peligrosos, como tampoco aceptamos que lo sea la carretera, porque algunos desalmados quieran echarnos fuera», insistieron.

En este sentido, exigieron a la Xunta de Galicia «el estricto cumplimiento de las obligaciones que le corresponden como garante del acceso al monte» e instaron a las Administraciones en general «a defender las actividades lúdico deportivas que son respetuosas con el medio ambiente».

También exigieron a los Cuerpos de Seguridad, Policía y Seprona, y a la Fiscalía «la persecución de los criminales que atentan contra nuestra vida».

Punto de inflexión

La protesta de ayer marca un comienzo y un punto de inflexión para quienes son los primeros en defender un uso responsable del monte, conscientes de la obligación de cuidarlo tanto como del derecho a disfrutarlo. «Esta lucha no termina aquí y va a ser largar», señalaron, al tiempo que propusieron que las asociaciones, los clubes y la Federación de Ciclismo se sienten con todos los interlocutores que haga falta, «pero teniendo claro que la bicicleta en el monte no es negociable».

Están dispuestos a defender las actividades lúdicas respetuosas con el medio ambiente donde sea necesario y a demostrar con hechos la convicción y fuerza de sus derechos.

Los ciclistas tuvieron que compartir la praza de España de Pontevedra con otra concentración de coches clásicos de Baixo Miño, que les restó espacio.