Los residuos fecales vuelven a inundar una vivienda de turismo rural en Portas

Cristina Barral Diéguez
Cristina Barral PORTAS / LA VOZ

PORTAS

Nuevos vertidos de aguas residuales en la casa de turismo rural de Lucía Latorre, en Portas
Nuevos vertidos de aguas residuales en la casa de turismo rural de Lucía Latorre, en Portas Ramón Leiro

La propietaria, Lucía Latorre, llevará el caso al juzgado apoyada en informes del Seprona de la Guardia Civil

09 mar 2023 . Actualizado a las 13:11 h.

Lucía Latorre Búa, vecina de Portas y propietaria de dos viviendas turísticas en este municipio pontevedrés, volvió a encontrarse este jueves con residuos fecales delante de sus casas. El miércoles por la tarde otros residentes ya la habían avisado. La situación no es nueva. Ya lo había denunciado a principios de febrero. Entonces el Concello de Portas se comprometió a hacer una obra, pero la situación, lejos de mejorar, es todavía peor. «Cada vez que llueve un poco fuerte, que no sea llovizna, pasa esto. Me tengo que comer la mierda de todo el pueblo y limpiar», dijo la afectada enfadada y harta. Insiste en que el Ayuntamiento no hizo la actuación que tenía que hacer. «Fue una chapucilla mal hecha, que rompió la estética del entorno. El agua queda empozada, hicieron una zanja enorme en dirección al río que alivia en mi huerta. Además, un muro quedó al aire y hay peligro de derrumbe», relata.

Lucía Latorre no duda en que la situación está ahora peor que antes. Este jueves avisó a la Guardia Civil y llamó al Concello para intentar hablar con el alcalde, Ricardo Martínez (PP). Esta mujer, que ejerció durante muchos años como procuradora, sabe lo lenta que es a veces la justicia, pero al verse desamparada acudirá a ella. «La justicia cuando es lenta no es justicia. Pero no tengo otra salida. Tendré que formular una denuncia y el Seprona de la Guardia Civil aportará los informes. Ellos también están cansados de venir y de recoger muestras», explica. Este fin de semana tenía clientes en la casa. «No creo que puedan entrar», se lamenta. Confía en que le corten el torrente de fecales que desemboca en su propiedad hacia el lado de la depuradora. El agua también le entra en casa. Dice estar harta de gastar dinero en productos y muchas horas en limpiar, y de ver cómo se daña la madera de los muebles.