De igual manera que ha ocurrido con los fundadores de Casa Marín, el Supremo ha confirmado las penas impuestas en su día por la Audiencia de Pontevedra por una partida de 254 gramos de heroína intervenidos en Portas. De este modo, Eduardo Cores ha sido condenado a tres años y tres meses de cárcel y al pago de una multa de 49.786 euros.
Se da la circunstancia de que el procedimiento se dirigió contra Eduardo Cores después de que fuese delatado la persona a la que suministró la droga en el transcurso de la vista oral que se dirigió contra este último y en el que fue condenado. De hecho, de nada sirvió que este último, José Calvo, se retractase durante su comparecencia como testigo asegurando que si incriminó a Eduardo Cores fue por consejo de su abogado para evitar una condena de seis años, al tiempo que manifestó que fue otra persona la que le facilitó los estupefacientes.
Droga en el tobillo
Sin embargo, el Supremo, tras analizar las pruebas, concluye que «no hay otra hipótesis plausible distinta a la plasmada como ajustada a la realidad en el hecho probado» de la sentencia de la Audiencia de Pontevedra. En la resolución se acredita que, tras concertar la entrega de una cantidad de heroína, el 21 de noviembre del 2014, ambos se desplazaron hasta una vivienda de Portas donde Eduardo Cores entregó a José Calvo el cuarto de kilo de heroína, quien se la adoso al tobillo, tal y como comprobaron los agentes de la Udyco de la Policía Nacional que lo arrestaron.
El valor de esta droga en el mercado negro podría rondar los veinticinco mil euros.