Localizado en el límite de Portas, Caldas y Moraña un petroglifo muy poco frecuente en Galicia
PORTAS
La Pedra da Grada se asemeja a la Peña Tú, de Llanes, y podría ser del 1.800 antes de Cristo
30 mar 2016 . Actualizado a las 05:05 h.«Atopámonos ante un dos grandes achádegos da arte rupestre ó ar libre nestes últimos anos», escribe el arqueólogo y archivero Pablo Sanmartín. Guiados por un vecino, Isaac González García, miembros de la agrupación A Rula, entidad dedicada al estudio e investigación de petroglifos, localizaron días atrás la Pedra da Grada, un grabado situado en un extremo del monte de San Martiño, entre las parroquias de Briallos (Portas), Arcos da Condesa (Caldas de Reis) y Saiáns (Moraña), los tres municipios de la comarca de Caldas.
Está sobre una gran roca granítica de 2,5 metros de altura. El petroglifo mide 175 centímetros de alto y 102 de ancho, uno de los de mayores dimensiones de su clase, del tipo Peña Tú, en el ayuntamiento de Llanes (Asturias), que fue declarado monumento histórico. Se caracterizan por su forma rectangular segmentada en ocho franjas horizontales y un remate absidal bastante pronunciado en la parte superior. Para los descubridores es difícil de comprender «que gravados tan excepcionais e singulares, situados en laxes facilmente accesibles, recoñecibles e coñecidas pola veciñanza, sigan pasando desapercibidas». Se trata, según explican en la entidad que preside el santiagués Luis Leclere, «de un motivo iconográfico moi singular e pouco frecuente no noso país», aunque es el tercero de este tipo que se documenta en Galicia, tras los de Outeiro do Corno (Teo) y Basoñas (Porto do Son).
Desde A Rula reclaman que los organismos competentes inicien los trámites para la catalogación del yacimiento, que estiman del año 1.800 antes de Cristo. Sería, según apuntan, la primera medida necesaria para su protección y conservación. «Lamentablemente -exponen- o estado xeral dos petróglifos desta tipoloxía é moi mellorable e permanecen no seu máis absoluto descoñecemento, en perigo constante a causa dos incendios». Pablo Sanmartín considera estos diseños como «valiosos monumentos da prehistoria do noroeste peninsular» y valora el hallazgo como «excepcional».