Una ruta convertida en corredoira para peregrinos y vecinos de Caldas

Cristina Barral Diéguez
cristina barral CALDAS / LA VOZ

PORTAS

El tramo de Ameal, en Arcos da Condesa, está plagado de baches que lo hacen casi intransitable a pie, en bici o en coche

18 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras Portas y antes de Valga, el Camino portugués a Santiago discurre por Caldas de Reis. La ruta jacobea presenta a su paso este municipio un estado que deja mucho que desear. La falta de mantenimiento de las cunetas y las sucesivas borrascas han convertido algún tramo en una especie de corredoira. Circular a pie, en bici o en coche por el trecho de Ameal, en la parroquia de Arcos da Condesa, obliga a hacer un eslalon para sortear los muchos baches llenos de agua. Varios son como medias piscinas. En un kilómetro y medio se contabilizan más de sesenta agujeros de diversos tamaños.

No mojarse los pies es casi un milagro. Es temporada baja y se nota. En el recorrido solo se cruza un peregrino. Rafael y José no son caminantes. Son vecinos de Ameal. Tienen sus propiedades a pie del Camino. Son dos de los más de 300 firmantes de un escrito que han entregado en la Xunta, el Concello y la Entidad Local Menor de Arcos da Condesa para exigir una solución.

El Camino es un foco turístico para Caldas. Cada año transitan por él unos 40.000 peregrinos que dejan algún ingreso en la localidad. Pero los residentes reclaman un acceso digno a sus casas. Rafael y José no piden que se asfalte, pero sí que se actúe para que no lo paguen los amortiguadores de sus coches. Cuentan que un vecino, cansado, optó por echarle aglomerado. Los fines de semana son muchas las personas que salen a dar un paseo. A veces familias enteras. «Algunos ciclistas ya van por la carretera general porque por aquí no pueden», comenta Rafael.

Se quejan de que apenas se hacen labores de mantenimiento y el agua busca su salida por donde puede. Solo algún parche que no sirve para nada. Además de los residentes y de los peregrinos, hacen uso del Camino repartidores de servicios. La cartera, dos panaderos, un pescadero, el de los congelados o el repartidor del periódico también lo sufren. En el recorrido por el tramo final de Ameal también hay una tapa de alcantarilla abierta. Seguramente movida por la fuerza del agua. En todo caso, un peligro para algún niño o animal.

El Camino sigue algo mejor por Tivo y Santa María hasta el centro de Caldas. El puente de la Herrería, enfrente del Concello, es otro punto negro. Barandillas oxidadas y aceras en mal estado reciben a los peregrinos. Es una vieja reivindicación, en este caso municipal, que hasta ahora no ha encontrado eco en el Ministerio de Fomento. Tras dejar San Roque se enfila la salida del casco urbano en dirección a Bemil y Carracedo. Es quizá uno de los tramos más bonitos de la ruta. Otro trecho que está en mal estado es el de O Gallamonde. Las condiciones del resto son mucho mejores a las que presenta la zona de Ameal. Los vecinos reclaman que se adoquine este tramo de Arcos como se hizo en parte de Carracedo. El Concello insiste en que el Camino es compencia de la Xunta. Así que toca esperar y no desesperar.

Medias piscinas en el Camino. Hacer el tramo de Arcos da Condesa sin mojarse los pies es complicado estos días. La falta de unas buenas canalizaciones inunda el Camino en invierno.

Cunetas sin mantenimiento. Los residentes se quejan de la falta de mantenimiento de las cunetas. La vegetación crece y el agua busca su sitio por donde puede. También hay un regato.

Numerosos baches hasta la puerta de casa. Algunos vecinos solo disponen de este acceso para llegar a sus viviendas y fincas. Tienen que sortear múltiples agujeros llenos de agua.

Tapa de alcantarilla desplazada. La fuerza del agua de días pasados movió una tapa de alcantarilla en la zona de Ameal. De día se ve, pero de noche es un peligro por la escasa iluminación.

Puente de la Herrería. Es una de las imágenes que más fotografían los peregrinos al llegar al centro de Caldas. La barandilla está oxidada y rota en algún punto, y las aceras en mal estado.

Empedrado. Un tramo del Camino en Carracedo fue mejorado por el Concello. El empedrado con adoquín es una alternativa que los vecinos de Ameal reclaman para su zona.