La Cofradía del Espíritu Santo de Pontevedra reza su segundo viacrucis procesional en O Burgo

PONTEVEDRA CIUDAD

Luciano Otero resalta que «nuestros viacrucis son evidentemente una actividad religiosa, pero también estética, dada la atención que ponemos tanto a la vestimenta, como a los textos empleados, el ceremonial y la música que nos acompaña»
13 mar 2025 . Actualizado a las 18:33 h.Este viernes, a las 19 horas, la Cofradía del Espíritu Santo de Pontevedra rezará su segundo viacrucis procesional de cuaresma con acompañamiento musical en la iglesia de Santiago Peregrino do Burgo. Su presidente, Luciano Otero, destacó que es «la segunda ocasión en que lo celebramos en el templo donde se hallan nuestras imágenes titulares: la Coronación de Espinas (Ecce Homo) y la Santa Cruz.
En este sentido, precisó que «tradicionalmente nuestros viacrucis se celebraban en la iglesia conventual de Santa Clara acompañados entonces por el coro de Alumnos del Instituto». Y es que, como señala Otero, «el Instituto de Pontevedra es nuestro origen, y en nuestro símbolo se hallan las letras IP», iniciales de este centro educativo.
Con el traslada de la sede de la cofradía a Santa María, hecho que se produjo hace unos años, los viacrucis pasaron a celebrarse en la Real Basílica de Santa María. En sus inicios, «acompañados por el coro de Miguel García Limeses y, tras su disolución, por el coro de Fernando Olbés y sus compañeros, siempre con el respaldo del solista Emilio Padrón para los casos de no disponibilidad del coro», precisó Luciano Otero, quien resaltó que sus imágenes están expuestas al culto en la iglesia parroquial de Santiago Peregrino de O Burgo.
La cofradía, este 2025, tomó la iniciativa, en el primer viernes de Cuaresma, de expandir la experiencia a otros templos próximos a la ciudad de Pontevedra, comenzando en el Monasterio de Lérez. Tienen claro que, «dado el éxito alcanzado, en años venideros es nuestra intención repetir en alguna otra localización del rural» convencidos de que «nuestros viacrucis son evidentemente una actividad religiosa, pero también estética, dada la atención que ponemos tanto a la vestimenta, como a los textos empleados, el ceremonial y la música que nos acompaña».