Protesta de sanitarios en urgencias de Montecelo, en Pontevedra: «Nos tienen que cuidar, si no vamos a trabajar con miedo y eso no es bueno»

PONTEVEDRA CIUDAD

Los trabajadores se concentraron a las puertas del servicio y reclamaron que se refuerce la seguridad
06 feb 2025 . Actualizado a las 16:03 h.Trabajadores del servicio de urgencias del Hospital Montecelo, en Pontevedra, de distintas categorías se concentraron este jueves a media mañana para reclamar que se pueda trabajar sin violencia. La protesta, convocada por Semes Galicia, se desarrolló en hospitales de toda la comunidad a raíz de la agresión que el pasado lunes sufrió un enfermero del Chuac de A Coruña y también un vigilante de seguridad. En la movilización de Pontevedra también participaron dos guardias de seguridad. El personal se concentró unos minutos con unos carteles a las puertas de un servicio sensible que suele ser el blanco de las agresiones, muchas veces verbales, pero también físicas, de pacientes y acompañantes de enfermos. El jefe de servicio de urgencias del CHOP pontevedrés, Javier García Vega, comentó que muchas veces esas agresiones no se denuncian formalmente. «Lo que queremos manifestar es nuestra solidaridad con los compañeros de A Coruña, evidentemente, y la sensación de indefensión que tenemos en los servicios de urgencias. Muchas veces nos vemos víctimas de pacientes intoxicados, la mayoría de las veces, que acaban en urgencias», dijo el médico. El facultativo pidió a la población que se mentalice «de que nos tienen que cuidar, si no vamos a trabajar con miedo y hacerlo con miedo no es bueno». También abogó por concienciar a las Administraciones y, en concreto, al Ministerio del Interior de que es muy importante cuidar el sistema sanitario y, en especial, los servicios de urgencias.
García Vega expuso que habitualmente no se denuncian las agresiones. «Sufrimos muchas agresiones verbales, tanto de pacientes como de familiares, y a veces surgen también agresiones físicas, aunque afortunadamente aquí en Pontevedra no han trascendido en denuncias. Hubo alguna que podría haber llegado a ser grave, pero que no lo fue». El jefe de urgencias recordó que hubo alguna agresión con un cuchillo y que un compañero sufrió una fractura en una mano como consecuencia de una caída forcejeando con un paciente. Dejó claro que sí es necesario reforzar la seguridad: «Reforzar la seguridad siempre es bueno. El personal de seguridad colabora perfectamente con nosotros cuando le avisamos, tiene una mayor presencia en urgencias, sobre todo, desde hace una temporada tras las dos últimas agresiones que tuvimos el pasado año. Tenemos el respaldo de la dirección, pero sí es necesario reforzar la seguridad en los servicios de urgencias». Al ser preguntado sobre qué está detrás de esas agresiones, el doctor habló de una combinación de factores. «Por un lado, se ve en la sociedad que está más crispado todo el mundo, pero también nosotros trabajamos con pacientes que vienen con intoxicaciones de todo tipo, cada vez hay más, tanto de alcohol como de multitud de drogas, y eso genera agresividad. Aquí estamos abiertos 24 horas, todos los días del año, y no podemos elegir a los pacientes, tenemos que atenderlos a todos y muchas veces estamos en el medio del fregado», subrayó. Es más habitual que el que agreda sea el paciente, aunque también las hay de acompañantes, que incluso a veces son peores que los pacientes.
Además de García Vega, también habló el supervisor de enfermería del servicio de urgencias de Montecelo, Alberto Blanco. El enfermero apuntó que la mayoría del personal que se dedica a las urgencias, en mayor o menor medida, ha sufrido una agresión. «Soy consciente de que la gran mayoría de ellas las normalizamos, las integramos como parte de nuestra asistencia, entendemos situaciones comprometidas de pacientes, ciertas patologías que pueden llevar a, pero tendremos que dejar de normalizar esas agresiones sobre todo verbales, que son la mayoría en el servicio, para pasar a exponer un problema real que, mi percepción, está en aumento y que cada vez más nos puede llevar a situaciones como la que sufrió el compañero de A Coruña». Alberto Blanco reiteró que esas pequeñas agresiones se normalizan y pasan a formar parte de su trabajo, igual que esas amenazas por parte de familiares o pacientes: «Las hay semanalmente e incluso diría que diariamente algún compañero es agredido». Subrayó que la violencia física no siempre es por parte de pacientes psiquiátricos agresivos en un brote. El supervisor de enfermería, que antes trabajó en el servicio de psiquiatría, contó que no es la primera vez que acabó con la casaca rota.
Datos oficiales de la Xerencia
Según datos facilitados este jueves por la Xerencia, en el 2024 se registraron 101 agresiones, denominadas episodios de violencia externa contra el personal del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés. De esas 101 agresiones, 76 fueron verbales y 25 físicas. La mayoría, 85, se dirigieron contra personal sanitario, mientras que 16 fueron en personal no sanitario. En cuanto al sexo, las mujeres sufren mucho más esta violencia, 83 víctimas mujeres frente a 18 varones. Respecto al ámbito de las agresiones, 61 fueron en centros de atención primaria, y 40 en el ámbito hospitalario. El total de denuncias formales fueron 16, 15 presentadas por personal del área y una por la propia Xerencia, al ser una agresión contra cuatro trabajadores con daños físicos y materiales. Desde la dirección aclaran que algunos profesionales fueron objeto de más de una agresión y que en alguna ocasión el mismo agresor agredió a más de un profesional.