Pontevedra es el área sanitaria gallega con menor espera para una primera consulta de psicología

Cristina Barral Diéguez
Cristina Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Entrada del servicio de urgencias del Hospital Montecelo, en Pontevedra
Entrada del servicio de urgencias del Hospital Montecelo, en Pontevedra ADRIÁN BAÚLDE

En población adulta la demora es de un mes y en infanto-juvenil, de dos. Son datos del Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia que, no obstante, cuestiona el tiempo entre sesiones

24 ene 2025 . Actualizado a las 09:40 h.

El Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia (COPG) trasladaba hace unos días su preocupación por la prestación de psicología clínica en el Sergas. Según sus datos, la demora supera los seis meses de espera para una primera consulta de adultos en todas las áreas, con la excepción de Pontevedra y O Salnés. En el área la espera es de un mes para esa primera intervención, mientras que el tiempo entre consultas sucesivas se sitúa en una horquilla de tres a cinco meses. Las peores cifras en población adulta las tiene Vigo, con una espera de entre nueve y doce meses para una primera consulta, y entre seis y doce meses de tiempo entre sesiones ¿Qué sucede con la población infanto juvenil? El área de Pontevedra y O Salnés vuelve a ofrecer los mejores resultados, con la menor demora. En este caso, la espera para una primera consulta es de dos meses, fijándose el tiempo entre consultas posteriores entre los tres y los seis meses. En niños y jóvenes la mayor espera está en las áreas de Vigo y de Ourense, con seis meses para una primera consulta, mientras que para las sucesivas el peor dato está en Ferrol, donde hay que esperar doce meses de tiempo entre sesiones.

El Colexio de Psicoloxía cita la Guía de Práctica Clínica para el Manejo de la Depresión en el Adulto, promovida por el Ministerio de Sanidad, para poner en contexto esos números. Así, señala que en el caso de la depresión leve-moderada, se recomienda un tratamiento psicológico breve de 6 a 8 sesiones durante 10-12 semanas; mientras que en la moderada se indican de 16 a 20 sesiones repartidas en cinco meses, en ambos casos con una duración de 50 minutos. La periodicidad semanal-quincenal que estima eficaz y recomendable esta guía resulta inviable, dice la entidad, en todas las áreas sanitarias de la comunidad autónoma.

Respecto a la población infanto-juvenil, desde el Colexio apunta que en esta etapa es clave la reducción de los tiempos de espera, debido a las necesidades relativas al desarrollo y la calidad de vida de los chavales, así como la prevención de complicaciones mayores en su momento vital actual o en la vida adulta, ya que la infancia y la adolescencia son «etapas críticas» en el crecimiento. Apunta que la prometida implantación de la prestación de psicología clínica en el nivel asistencial de atención primaria es una magnífica noticia y supone un «avance determinante» en los derechos efectivos en materia de salud en la ciudadanía gallega. La prestación de ese servicio en primaria, recalca el Colexio, responde a una demanda social que busca mejorar la accesibilidad a la atención psicológica, por lo que es «esencial definir unha oferta asistencial clara e baseada en criterios de equidade territorial, tras os anos de implantación experimental».

En este sentido, la mayor preocupación del Colexio se centra en la falta de ejecución y planificación de esta medida, comprometida en abril del 2024, y de la que a día a hoy, remacha, se desconocen tanto plazos como recursos y medios destinados. Añade que esas y otros cuestiones tienen que quedar recogidas en el próximo Plan Estratéxico de Saúde Mental, que ya debería estar elaborado tras el vencimiento del precedente 2020-2024. Según las cifras del Colexio, para el despliegue efectivo de la psicología clínica en primaria se requerirá un mínimo de cien profesionales especialistas, una cifra orientativa que deberá, afirma, adaptarse a las necesidades territoriales y organizativas. Ese número permitiría contar con un profesional cada cuatro centros de salud y, aproximadamente, dos profesionales por comarca gallega, «garantindo así a equidade no acceso».