El Getafe despierta del sueño copero al Pontevedra con un gol en el primer minuto (0-1)

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Los granates dominaron el juego en un Pasarón que agotó las entradas

16 ene 2025 . Actualizado a las 00:51 h.

El Pontevedra se despertó del sueño copero de la peor forma posible. Con un gol en contra en prácticamente la única acción de peligro del Getafe, un equipo correoso que mostró en Pasarón su cara más agresiva. Todavía no estaban colocados y ya tenían que pelear la remontada. Primer minuto y primer gol. Un lanzamiento raso de Álvaro dejó al Pontevedra frío. Pero no se vino abajo. La grada respondió entonando el ya clásico «Pontevedra nunca se rinde». Tocaba trabajar. Mucho más que en las tres eliminatorias anteriores. El Getafe no venía a medirse a un equipo tres categorías inferior, venía a acabar con el matagigantes que se había ganado a pulso el título.

Los madrileños arrancaron ejerciendo una presión baja que, aunque ya se la esperaban, los puso en aprietos en los primeros veinte minutos. Los de Bordalás sabían cómo hacerles daño. Uche se encargaba de buscar el gol sin llegar a generar ocasiones claras, pero sí peligro, mientras el Pontevedra ganaba intensidad y se acercaba al gol. Las dos primeros acciones llevarían la firma de Héctor Hernández, con un balón que se fue por arriba después de que rozase a un defensa del Getafe, y más tarde, con un disparo de Dalisson que detuvo el portero, pero nadie llega al rechace.

A medida que avanzaban los minutos, el Pontevedra se merecía más de lo que marcaba el electrónico ante un rival agresivo que se la jugaba en cada acción. Y cuando se acercaba el descanso, una amarilla a Peter y una roja a Álvaro dejaron al Getafe con uno menos después de que empujase a Mario Gómez en un saque de banda. Enfilaron el túnel de vestuarios con un gol en contra, pero con un partido que se le ponía de cara a los de Yago Iglesias. Ganaron confianza y la superioridad numérica dejó cambios en el once granate con Álex González y Xabi Domínguez por Rufo y Garay. El Getafe sabía el guion que iba a seguir. Se cerró atrás y a los locales solo les quedaba la opción de generar peligro por las bandas. Y así fue. Mientras, los de Bordalás se limitaron a intentar mantener un resultado que veían peligrar con acciones como el disparo de Xabi Domínguez, que topó con el larguero y botó en el suelo para que la recogiese Letacek.

El dominio y la posesión eran locales, aunque la renta era blanca. Hasta diez hombres en el área pequeña y Uche como su única referencia arriba era la estrategia de un rival que ya no jugaba a nada, solo a no dejar circular le balón y a conservar la ventaja.

ADRIÁN BAÚLDE

Un disparo de Iago Novo, que despejó el portero de nuevo sobre el larguero, despertó a la grada, que veía como los granates ganaban confianza a base de atacar. Tocar el balón y generar ocasiones, el mantra que repite Yago Iglesias y que los ha traído hasta octavos. Y es que la segunda parte su jugó en campo contrario con un Pontevedra que llegó una y mil veces a la meta de Letacek. Basta un solo dato para explicar lo que se vivió en Pasarón. El 86 % de la posesión era para los locales.

El tiempo se agotaba y el Pontevedra tenía un pie fuera de la Copa de la forma más injusta. El Getafe lo bajó del sueño con un gol inesperado al que sacaron la máxima rentabilidad, la que da el billete a cuartos. La grada cantaba «sí se puede» a contrarreloj, pero el tiempo se agotó sin premio para un Pontevedra que cae con honores de campeón ante un Getafe que se quedó con nueve.