Éxtasis en Pasarón al golear al Mallorca en Copa del Rey (3-0)

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

ADRIÁN BAÚLDE

El Pontevedra pasa a octavos en un partido sin fisuras y con Dalisson llevando la batuta del equipo

04 ene 2025 . Actualizado a las 00:09 h.

Se hizo pequeño Pasarón para los diez mil corazones granates que se encargaron de agrandar aún más la gesta. Era la noche para disfrutar, para seguir alimentando un sueño que arrancó con la inesperada victoria ante el Levante y se hizo grande con el triunfo titánico frente al Villarreal. Ahora tocaba otro Primera y a este Pontevedra le gusta tratarlos de tú a tú. Nadie lo hace como él.

El Mallorca salió dosificando a sus hombres ante la inminente Supercopa. Pocos titulares en un once inicial que le tocaba frenar a un Pontevedra que salió con los habituales en Copa con Manu Vizoso bajo palos y Javi Fontán, Mario, Pelayo y Héctor en la línea de atrás y con un Dalisson incuestionable en punta. Los de Jagoba Arrasate arrancaron con la línea muy adelantada para impedir salir a los granates, que fueron de menos a más en la primera parte. No iba a remolque, mantuvo su estilo de juego, con pases en corto y una verticalidad que comenzaba a poner nervioso al equipo insular. Pero sobre el verde, todos son iguales. Aunque unos contaban con el respaldo de una grada que alentó sin descanso. Había ganas de fútbol. Así, Dalisson recibió de espaldas y sirvió a Chiqui que la mandó larga. Fue solo un primer intento para no fallar en el segundo. Desde tres cuartos del campo y viendo que le cerraban espacios, Dalisson supo leer la jugada al ver adelantado a Leo Román. Lanzó por arriba y le metió por la escuadra para adelantar a los granates.

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Y Pasarón se vino abajo. El sueño podía ser posible. Con el tirón de la ventaja, el Mallorca se movió en el campo para intentar contrarrestar la ambición granate, pero los de Yago Iglesias supieron amoldarse para que no le hicieran daño. A punto estuvo de ampliar la renta Xabi, pero se resbaló dentro del área, y contestó Navarro, que buscó el empate tras quedarse solo delante de Manu Vizoso en el punto de penalti. La envió fuera. Fue la última acción de una primera parte en la que la lesión de Chiqui empañó la victoria. Los granates ya tuvieron que agotar el primer cambio al meter a Álex González.

Con la ventaja se fueron al descanso. El túnel de vestuarios no dejó demasiados cambios en el planteamiento. Arrasate metió a Darder por su capacidad para buscar huecos. Su entrada era clave para demostrar que quería volver a ser finalista, como ya ocurrió el año pasado. Pero este Pontevedra es mucho Pontevedra y Yelko recibió en el aire una bola de Xabi para marcar de volea y llevar a la grada al éxtasis. Aún estaba celebrando el gol el estadio cuando Jagoba puso a calentar a sus hombres de ataque. Muriqi, Larin y Dani Rodríguez corrían por la banda antes de empezar a hacerlo en el terreno de juego. El Mallorca se encomendó a ellos para la última media hora de juego.

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Un estadio volcado

El ambiente se caldeaba a medida que aumentaba la solvencia granate. Yago Iglesias contó con Rufo y Garay para oxigenar al equipo. Y fue entonces cuando Dalisson estuvo a punto de volverlo a hacer con un disparo desde el borde de la media luna que sacó por la escuadra Leo Román con una mano prodigiosa.

Este Pontevedra tenía todavía mucho que decir y llegaría uno más. Copete dio un paso para atrás presionado por Dalisson y Rufo se anticipó para quedarse delante del portero y ahora sí, sentenciar un partido que dominó de principio a fin.

El Pontevedra se tomó la revancha que llevaba guardando desde aquel 4 de enero del 2023 cuando el que el Mallorca lo apeó de la Copa. Este viernes pasó de ronda demostrando quién es de Primera.