Dos jóvenes «ebrios» de Sanxenxo aparcan en una plaza de movilidad reducida en Pontevedra usando la tarjeta de su abuela

Cristina Barral Diéguez
Cristina Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Plazas para personas con movilidad reducida en la calle Alexandre Bóveda de Pontevedra, en una imagen de archivo
Plazas para personas con movilidad reducida en la calle Alexandre Bóveda de Pontevedra, en una imagen de archivo RAMON LEIRO

Es un caso de los cuatro de uso fraudulento detectados en tres semanas por la Policía Local. Todos eran de fuera del municipio. Una conductora usó la identificación de otra persona fallecida en el 2022

10 nov 2024 . Actualizado a las 16:50 h.

La Policía Local de Pontevedra detectó en tres semanas cuatro fraudes de la tarjeta de estacionamiento para personas con movilidad reducida. Según informó este domingo el Concello, los cuatro últimos casos se produjeron entre el 4 de noviembre y el 17 de octubre y los conductores eran vecinos de otros municipios, en concreto, dos de Poio y dos de Sanxenxo. La Policía Local recuerda que, ante el incremento de estos comportamientos, realiza controles periódicos y tramita las denuncias administrativas pertinentes, además de incautar la tarjeta con la que se hizo el fraude. Estas plazas tienen unos usos muy concretos: todas las personas que disponen de la tarjeta autorizada.

El caso quizá más llamativo se produjo el 1 de noviembre. Según relata la policía, sobre las 8.30 horas los agentes localizaron un vehículo aparcado en una plaza de estacionamiento para personas con movilidad reducida en la calle Irmáns Sobrino Buhigas, en el entorno de la avenida de Buenos Aires. En el interior había dos jóvenes «ebrios» que dijeron a los guardias que estaban allí estacionados esperando a que se les bajara el efecto del alcohol para conducir. En el parabrisas del coche había una tarjeta de movilidad reducida a nombre de la abuela del conductor. Confirmó que la mujer estaba en Sanxenxo y que era él el que hacía uso del carné, expedido por el Concello de Sanxenxo, en ese momento.

El último de los fraudes tuvo lugar el 4 de noviembre. En este caso, la policía recibió quejas vecinales porque una plaza de movilidad reducida de la calle Gerardo Álvarez Limeses estaba siendo empleada por un conductor que no tenía tarjeta autorizada. Sobre las 16.45 horas, la policía localizó el coche y requirió la tarjeta al conductor. El hombre admitió que no era el titular, sino un familiar que estaba ingresado desde hacía unos días en el Hospital Provincial. La tarjeta había sido expedida en Poio.

Los restantes dos casos fueron en octubre. El día 23, también en la calle Gerardo Álvarez Limeses, los agentes localizaron en una plaza de movilidad reducida un vehículo estacionado con una tarjeta caducada en el parabrisas. Tenía validez hasta septiembre del 2024. La policía interpuso la denuncia y el coche fue retirado por la grúa municipal. Cuando la conductora acudió al parque de la grúa a retirar el turismo, reconoció que se había olvidado de solicitar la renovación de la identificación. La tarjeta, que fue intervenida, también había sido expedida por el Concello de Poio. Y el 17 octubre, sobre las 16.44 horas, la policía detectó cómo una conductora se acercaba a un vehículo aparcado en una plaza de estacionamiento de movilidad reducida en la avenida del Uruguay. El coche tenía una tarjeta de autorización en el salpicadero, pero estaba a nombre de otra persona fallecida desde el año 2022. La identificación había sido expedida por el Concello de Sanxenxo.