«Tenemos 60 empleados, pero también hacemos cafés y lavamos los platos»

Bibiana Villaverde
bibiana villaverde VIGO / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

M.MORALEJO

Tras el éxito de Vigo y nueve meses después de inaugurar en Pontevedra, Nazareth y Sheila Silva, propietarias de Lola & Lía, ultiman la apertura de otro local de «brunch» en Santiago. «Nadie apostaba por nosotras», dicen

07 sep 2024 . Actualizado a las 23:52 h.

Cuando Sheila Silva entró en el local que se convertiría en el primer Lola y Lía, se desanimó. Por fin haría realidad su sueño, un negocio de brunchcomida de media mañana, desayunos y meriendas como los que visitaba en sus viajes, pero la idea que flotaba en su cabeza distaba mucho del interior de aquella casa, cerca de Samil, y con todo por hacer. Su hermana y socia salió al rescate. «Yo pensé que no podíamos hacer nada allí, pero Nazareth empezó a decirme: ‘Aquí ponemos esto, aquí lo otro...’ ». Así empezó un sueño del que todavía no han despertado. La marca que fundaron estas viguesas engrosará la oferta de Área Central, en Santiago, menos de un año después de inaugurar su negocio en el centro de Pontevedra.

Lola y Lía son locales de 600 metros cuadrados con una estética colorida, sillas isabelinas, flores secas que cuelgan del techo y muchos cuadros con la imagen de Frida Kahlo. Pero si algo distingue al proyecto, es una carta de dulces calientes y fríos que permite desayunar, merendar, cenar a cualquier hora y hasta comer de menú del día. «Al principio, nadie apostaba por nosotros, por cómo era el local de Vigo y dónde estaba». A día de hoy es frecuente tener que hacer cola para hacerse con una mesa en hora punta para tomarse un gofre, un bol de frutas o una tarta. «Confiamos mucho en nuestro trabajo, somos muy luchadoras», explica Sheila mientras relata cómo se encargaron ellas mismas de la primera reforma, colocando las baldosas en el suelo o pintando con brochas y pinceles las sillas del local.

Sheila se encarga de que todo funcione en el día a día del negocio. Su hermana mayor, Nazareth, se ocupa de las cuentas y de la gestión de una plantilla que está creciendo. En un mes abrirán en Santiago y la lista de empleados rozará el centenar. «Tenemos 60 trabajadores, pero nosotras tenemos mucho nervio. Nos han inculcado que las cosas hay que pelearlas. Nos da igual poner un café o ponernos a lavar los platos. Si hay que sacar un menú, lo sabemos hacer». Su madre también trabaja en el local de Vigo, es la encargada de la sección de brunch y la persona que forma al personal en la elaboración de dulces.

Hermanas y socias. Llevan 20 años trabajando juntas y nunca han tenido un problema.
Hermanas y socias. Llevan 20 años trabajando juntas y nunca han tenido un problema.

«Montamos nuestro primer proyecto de hostelería hace 20 años sin que nadie de la familia estuviese en el sector, tampoco habíamos trabajado en ello. Yo estudié para administrativa, pero nos formamos en esto y lo sacamos adelante», incide Nazareth. Antes de abrir Lola & Lía, regentaban una cafetería de cafés y menús en el centro comercial Camelias de Vigo. El coronavirus y el teletrabajo redujeron clientela y ellas enseguida decidieron reciclarse y abrir un negocio más ambicioso, con amplios espacios y zonas infantiles muy cuidadas.

En los cuatro años de andadura de la marca, solo hay un inconveniente: las dificultades para encontrar personal. «En Vigo somos una familia. Cuando no estamos en el local, nuestros compañeros nos piden que pasemos por allí. En Pontevedra nos está costando más conseguir hacer los equipos, igual que en Santiago», explica Nazareth, que es la encargada del papeleo. Sheila añade: «Cumplimos el convenio, ofrecemos turnos de mañana o tarde, cerramos a las 9 de la noche y damos días libres en fin de semana, pero aún así es complicado fidelizar, sobre todo en los meses de verano». Ella misma ha tenido que echar una mano, puntualmente, pocos días después de dar a luz, para cubrir los turnos.

El nuevo local que abrirá en un mes en Santiago mantendrá la filosofía y la estética de Lola & Lía, con sus colores pastel, sus grandes letras luminosas y caras de la pintora mexicana más internacional, pero será una estética más industrial. «No nos podemos estancar, el proyecto tiene que avanzar». 

Mujeres de números

Nazareth ha sumado una nueva labor este verano a sus muchas obligaciones, acompañar a su hija de diez años a entrevistas en los medios. La niña ha ganado el concurso mundial de cálculo. Con solo diez años, es capaz de resolver 70 operaciones en cinco minutos. «Empecé a ver vídeos de niños con ábacos y a practicar. Me gustan mucho las matemáticas», explica Lola. Al igual que su madre, es una mujer de números, antes de empezar a cursar quinto de primaria. Lola es el 50 % del nombre del negocio familia, el otro 50 % es su hermana pequeña Lía. Ambas pasan tardes en las zonas infantiles de los locales que llevan su nombre, donde también observan cómo se trabaja. «Cuando tenga la edad legal, la contrataremos en verano poniendo cafés», asegura su madre, Nazareth.

Nazareth (izq.) y Sheila (der.) en el local de Lola & Lía en Vigo, en las inmediaciones de Samil, con la hija de la segunda, Lola, que ha ganado un campeonato mundial de cálculo
Nazareth (izq.) y Sheila (der.) en el local de Lola & Lía en Vigo, en las inmediaciones de Samil, con la hija de la segunda, Lola, que ha ganado un campeonato mundial de cálculo M.MORALEJO

«Espero que siga siendo buena estudiante y haga lo que le guste, pero también quiero que aprenda esto». Milán y Roma, los hijos de Sheila, son todavía muy pequeños, uno tiene un año y un mes y el otro, 20 días, pero también mamarán el negocio. Es algo que estas mujeres tienen claro, igual que a ellas les enseñaron el valor del trabajo, y en equipo. En 20 años siendo socias, nunca han discutido. «Nunca hemos tenido problemas, nos compaginamos. Nos peleábamos de pequeñas por la ropa, pero ahora somos almas gemelas», reivindica Sheila.

SU CANCIÓN FAVORITA

«Superhéroes», de Beret y Mr. Rain. «Elijo esta canción y se la dedico a mi hermana, ella es mi heroína. Ella es mi ejemplo a seguir. Ella tuvo la idea de montar algo y de sacarlo adelante, tiene una gran visión de las cosas. Trabajamos juntas y nos compaginamos muy bien», explica Sheila, la hermana menor.