Sara Gato, campeona del mundo de baile urbano: «Cuando tienes una pasión por un deporte te da igual el sacrificio»
PONTEVEDRA CIUDAD
Esta pontevedresa, de 15 años, acaba de volver de una competición de hiphop en Inglaterra, donde se proclamó vencedora junto a su compañera Rita Álvarez
25 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Entre los recuerdos familiares de Sara Gato existe un vídeo de cuando tenía tres años bailando en la Feira Franca en el que ya apuntaba maneras. «Si lo ves, alucinas», relata su madre, Ana Gato, con orgullo en la mirada. Y es que no es para menos. Esta pontevedresa de quince años (cumplirá 16 en octubre), acaba de volver de Blackpool, en Inglaterra, donde se ha proclamado campeona del mundo de hiphop en la categoría de dúos, junto a su compañera Rita Álvarez, «No nos lo esperábamos para nada», reconoce con una sonrisa.
Sara empezó a bailar en una academia (Fita Novás) con nueve años. «Decidí meterme en algo diferente del ballet porque necesitaba algo más movido», recuerda. Para poder seguir creciendo, se cambió a DA Academy, en Vigo, donde sigue bailando a día de hoy. Se decidió por el hiphop porque «para mí es algo en lo que te olvidas de todo, porque fluyes con la música».
Para preparar el Mundial llevaban toda la temporada haciendo una misma coreografía, que crearon ella y Rita. «Las grupales las crean nuestros entrenadores, pero en las categorías de solos o dúos, las creábamos nosotras». Una coreografía propia que aumenta el mérito del campeonato obtenido, sobre todo si se tiene en cuenta que este fue el primer año que hacían un dúo. «Ya lo habíamos hecho durante la temporada, pero lo modificamos un poco para el Mundial, le metimos un poco de fuerza». La clave para la victoria fue la unión entre ambas: «En parte algo de lo que nos hizo ganar es que estuviésemos unidas y disfrutándolo juntas».
La experiencia en Blackpool fue «súper guay, uno de los mejores viajes de mi vida». Sara destaca poder vivirla con su academia y sus amigos, pero sobre todo «conocí a gente increíble y a bailarines de muchos países que nunca había visto en directo».
Aunque no todo es un camino de rosas. Un día de competición en un mundial es «bastante duro». Se levantan muy temprano, vuelven al hotel más de doce horas después de salir, «pero también es muy productivo, estás todo el día bailando, y cuando no bailas, animas a los que lo hacen», explica sin dejar de sonreír en ningún momento.
Sara y Rita fueron pasando rondas hasta llegar a la final, donde quedaban siete dúos. Tenían un número asignado desde el inicio y los premios los fueron diciendo desde el séptimo hasta el primero. «Fueron diciendo números y no daban dicho el nuestro hasta que en el segundo dijeron al segundo y ya sabíamos que habíamos quedado primeras», explica Sara. «Fue una sorpresa», añade su madre, «porque había gente de todos los países... Y ellas era el primer año que lo hacían».
Un futuro ligado al hiphop
Llegar y besar el santo, podrán pensar algunos. Pero detrás de este primer puesto hay mucho sacrificio. Ana explica que su hija «entrena cinco horas al día, se levanta a las seis de la mañana para estudiar y renuncia a muchas cosas por el baile». A Sara, este sacrificio no le supone un mal trago: «Cuando tienes una pasión por un deporte y estás haciendo algo que te gusta, que te da igual el sacrificio, no quedar con tus amigos, porque al final sabes que si estás allí va a ser donde mejor te lo estés pasando».
Esta pontevedresa no tiene techo y seguirá entrenando el próximo año («todavía más si podemos») para tratar de repetir hito, aunque sea en una categoría superior a la actual. Además, le encantaría seguir formándose y abrir su propia academia de danza. «De aquí a cinco años me gustaría estar dando las primeras clases», asegura.
De momento, lo que tiene claro es que va a seguir ligada al baile urbano mientras estudia el bachiller científico. Y mientras, eso sí, podrá decir que es campeona del mundo.