Las fiestas de Pontevedra atraen a miles de visitantes y generan un movimiento económico de millones de euros, claves para la economía local
11 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La ciudad de Pontevedra vive desde ayer la semana más top del año por ambiente, gentío y eventos. La Semana Grande de las Fiestas de la Peregrina es tiempo de diversión y reencuentro para muchos. Pero también de mucho trabajo para otros. Mientras miles de turistas y visitantes acuden a divertirse, otros cuantos miles de vecinos y vecinas del municipio trabajan duro para atenderles en los establecimientos de hostelería, comercios, transportes y demás empresas del sector servicios. Asimismo, son fechas de enorme tensión en el tráfico de la ciudad, con una presión de vehículos extraordinaria que malamente se resuelve con las medidas repetidas de años anteriores que se aplican por la autoridad responsable. De eso, comentaremos en un futuro artículo.
Estas fechas festivas son claves para la economía local. Téngase en cuenta que el sector servicios es el pilar fundamental del tejido laboral de Pontevedra. Bastante más importante que el funcionariado —a pesar del eterno cliché—; mucho más trascendente incluso que el empleo industrial pese a la importancia de Ence. Datos oficiales del Instituto Galego de Estadística (IGE) cifran el PIB local anual en cerca de 1.800 millones de euros, de los que más de 1.300 millones, es decir el 72% son generados por el sector servicios. Con una manifiesta superioridad de la hostelería y el comercio, sobre los restantes subsectores. Con la perspectiva que nos dan estos datos numéricos, es más fácil comprender la enorme trascendencia económica de estos diez días de fiestas que celebramos.
La seguridad es un valor
Desde la tarde del viernes, la música y las sirenas de las atracciones y barracas atraen y convocan a miles de personas al kilómetro cero que forma el eje Reina Victoria-Alameda. Este año con un interés añadido por la seguridad que el Concello de Pontevedra garantiza con las auditorías técnicas y documentales que ya son marca local. Para mayor tranquilidad de usuarios y público en general. Con el recuerdo del accidente del «Saltamontes» que le costó la vida a un hombre de 36 años en las fiestas de Matamá en Vigo hace una semana, la instalación de las atracciones que se ubican en ese espacio urbano revalorizó esa apuesta por la seguridad preventiva que el Concello de Pontevedra se ha tomado muy en serio desde hace más de dos décadas.
Bien es verdad qué empujado por el siniestro ocurrido en las fiestas de la Peregrina de 1997, cuando una niña de 12 años, Elena Boullón murió desnucada al caer desde una de las canastillas también del «Saltamontes». El suceso provocó una ola de críticas por la falta de legislación y seguridad que desembocó bastantes años después en que la Xunta de Galicia elaborase la Lei de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de Galicia aprobada en 2017. Antes, se instauraron las auditorías siendo el Ayuntamiento de Pontevedra el primero en Galicia en implantar la inspección técnica de las atracciones de fiestas que se estrenó en 2003 y se realiza cada mes de agosto por la empresa Enmacosa, contratada para tal fin. El rigor técnico de la firma que dirige Manuel Miranda ha garantizado que no se haya vuelto a producir ningún percance grave a lo largo de estos 22 años y que Pontevedra haya servido de ejemplo.
Música y toros
Uno de los aspectos más criticados de la programación de esta Semana Grande es la selección de artistas contratados para los conciertos nocturnos gratuitos en Plaza de España. Se supone que son los de mayor enjundia por lo que la ausencia de artistas de renombre ha sido muy comentada. En cuestión de gustos es difícil opinar. Pero me parece muy indicativo que alguien tan experimentado como José Luis Sarandeses, el funcionario municipal responsable de la coordinación de todos los eventos que constituyen la programación de las Fiestas de Verano —merecidamente homenajeado ayer por Amigos de Pontevedra—, admitiese que «no se puede hacer una valoración de conjunto de cientos de actividades, sólo por los conciertos de cinco días». Una explicación que en sí misma encierra una suerte de justificación por lo que sería una oferta de escaso interés frente a lo que traen otros municipios y ciudades aledañas. El propio Sarandeses reconocía que Pontevedra con un presupuesto de 300.000 euros no juega en la misma liga que Vigo que se ha gastado 700.000€ sólo en el concierto de Aitana. En todo caso, la última responsabilidad es política y depende de quienes toman las decisiones presupuestarias.
Como ocurre con la subvención anual (alrededor de 37.500 euros) que el Concello da a la empresa de la plaza de toros, bajo la coartada de un alquiler vinculado a la Feira Franca Lo que a los antitaurinos les parece un sinsentido de un gobierno municipal que critica las «touradas», como dicen los del BNG.
La Fundación animalista Franz Weber estima que desde que Miguel Anxo Fernández Lores llegó a la alcaldía, 1999, el Concello ha dado cerca de un millón de euros en subvenciones a los empresarios taurinos. Probablemente porque más allá del discurso, meramente estético, de decir que están en contra de las corridas de toros, este gobierno municipal admite en su fuero interno que son espectáculos que atraen a miles de personas a la ciudad con el consiguiente movimiento económico que se genera. Algo que por postureo, nunca verbalizarán en público.