El secreto de dos hermanas hosteleras para crecer de cero a 70 empleados en solo tres años: «Detrás hay horas de trabajo y una buena organización»

Nieves D. Amil
Nieves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Nazaret y Sheila Silva, en las esquinas, con su madre Teresa Gambino, en el centro, este lunes en el local de Lola y Lía en Pontevedra
Nazaret y Sheila Silva, en las esquinas, con su madre Teresa Gambino, en el centro, este lunes en el local de Lola y Lía en Pontevedra CAPOTILLO

Las hermanas Nazaret y Sheila Silva acaban de abrir su segundo Lola & Lía en el centro de Pontevedra

18 dic 2023 . Actualizado a las 19:53 h.

Este lunes no había un hueco libre en el local que Lola & Lía acaba de abrir en el centro de Pontevedra. Nazaret y Sheila Silva, las dueñas de este negocio que revoluciona las Rías Baixas, están atendiendo las mesas. En la cocina también trabaja su madre, Teresa Gambino. Sacan un hueco para explicar lo felices que son de haber dado un paso más en su trayectoria. Suman el establecimiento de la plaza de Curros Enríquez al que ya tienen en Vigo y con el que han conseguido su primer éxito. En solo tres años han pasado de estar preparando mano a mano ese local con poco dinero a tener cerca de 70 trabajadores en nómina, una cifra que sorprende en el sector de la hostelería. ¿El secreto? «Somos muy persistentes, muy alemanas, pero detrás de todo esto hay muchas horas de trabajo y una buena organización», explica Nazaret, en un momento de descanso en una mañana de locos. Ellas son unas más en la plantilla de Lola & Lía. Están al pie del cañón atendiendo mesas o en la cocina. 

Hace tan solo 24 horas que inauguraron el local y todavía quedan algunos puntos por cerrar. De hecho, en la puerta de entrada hay un cartel en el que demandan dos baristas, cuatro camareros, y dos personas para elaboración de brunch. «Con la plantilla al completo llegaremos en Pontevedra a los 35 trabajadores», apunta la dueña, que en el momento de lanzar la oferta de empleo el pasado octubre recibió hasta 500 currículos en un solo día. El número de trabajadores de Pontevedra será similar al que tienen en Vigo y juntos alcanzarán una cifra que reconocen que les quita el sueño, pero no les asusta. Todo lo contrario, les emociona. Es un puzle enorme al que tienen que dar forma para que la maquinaria de la hostelería no decida. Aquí también tiene un secreto: hacer dos turnos de trabajo, uno de mañana y otro de tarde, y dar dos días libres a sus empleados.

Parten de las condiciones mínimas que marca el convenio y las mejoran para intentar que responsables y trabajadores formen un equipo sin fisuras. Este sistema lo han importado de Vigo, donde funcionan así desde hace tres años. Suele estar lleno para merendar, pero sirve cerca de 150 menús cada mediodía. «A ver cómo funciona en Pontevedra», se cuestiona su responsable. 

Lola & Lía no es su primera aventura. Nazaret y Sheila llevan media vida en hostelería. Antes de este negocio tuvieron una cafetería en el centro comercial Camelias de Vigo. Los funcionarios de Hacienda y el juzgado, al otro lado de la calle, eran buena parte de sus clientes. La pandemia las dejó en la estacada y peleonas como son decidieron buscar alternativas. «Pensamos que "si este barco se hunde, habrá que salir a flote"». A Sheila le gustaba la idea de ofrecer brunch y meriendas, pero necesitaban encontrar el local perfecto. Dieron con él, pero se frustró la operación y optaron por abrir en la zona de Coruxo, donde durante años hubo una vieja churrasquería. «Pasamos por allí y había colgado un teléfono en el que nunca cogían, así que hablé con los vecinos hasta poder dar con sus dueños. Son unas personas de diez», reflexiona ahora Silva, que en cuestión de días, se enfundó el mono de trabajo junto a su hermana para comenzar la reforma. «Echamos suelos, compramos sillas por Wallapop y las restauramos, apenas invertimos cien mil euros en sus comienzos», recuerda.

De esto han pasado ya tres años, pero querían seguir. Sabían que si algún día crecían, sería hacia Pontevedra. Y así fue. El local parece que las encontró a ellas. Querían algo grande y bien situado. La plaza de Curros Enríquez parecía el lugar idóneo al verlo por fuera. Una vez dentro, casi se echan atrás, pero ya era tarde para enterrar la ilusión. Firmaron en abril y tras meses de obras inauguraron este domingo con la misma emoción que hicieron cuando comenzaron en Vigo. «Pontevedra tiene un ambiente chulísimo. Es emocionante ver cómo ha quedado», decía este lunes Nazaret sobre un local que tiene un aforo para más de 200 personas.

Su apertura es el primer paso en el cambio de cara de Curros Enríquez, una plaza en el corazón de la ciudad, a la que en unos meses se sumará la churrasquería de Pepe Vieira. Ellas están deseando que la plaza tenga cada vez más vida. «Son negocios que se complementan y dan alegría a una zona tan bonita», concluye Nazaret antes de volver al trabajo en un lunes que amaneció muy temprano para tener todo a punto en el estreno. 

La plaza de Curros Enríquez se llena de hosteleros con experiencia. El desembarco de Lola & Lía llega después de que Marco Coffee abriese en la esquina de Fernández Villaverde con Manuel Quiroga su segunda cafetería en la ciudad. El siguiente negocio en dar lustre a la zona será la churrasquería de Pepe Vieira.  «Tenemos muchas ganas de que abran porque son negocios que se complementan», decía ayer Nazaret Silva. El cocinero con dos estrellas Michelin reconocía este lunes que espera que a finales de enero o principios de febrero pueda estar en funcionamiento el antiguo local de Varela, donde calcula que necesitará una veintena de profesionales para atenderlo. Su desembarco en Curros Enríquez es un revulsivo para la zona y para el resto de negocios de hostelería.