Los farmacéuticos, los grandes desconocidos de la atención primaria en Pontevedra
PONTEVEDRA CIUDAD
Doce profesionales trabajan en la actualidad en los centros de salud del área
31 ago 2023 . Actualizado a las 15:07 h.Son, quizá, los grandes desconocidos de la atención primaria a pesar de que en Galicia los farmacéuticos llevan 25 años en los centros de salud. En los ambulatorios de Pontevedra y O Salnés trabajan en la actualidad doce de estos profesionales, cuando en junio del 2022 eran la mitad. La subdirectora de Prestación Farmacéutica del área, Nuria Iglesias Álvarez (Ourense, 1967), comenta que aquí se partía de unas cifras más bajas y la Subdirección de Farmacia consideró que se debería ampliar el número de profesionales para prestar asistencia de un farmacéutico por cada 25.000 pacientes. Hoy todos los centros de salud tienen un farmacéutico «de apoyo» y presencialmente están en los que son cabecera de comarca.
Los farmacéuticos no solo son desconocidos en primaria, sino también en la atención hospitalaria, considera la subdirectora. «Cuando un paciente ingresa en un hospital por un proceso agudo, ve a los médicos, a las enfermeras, a las auxiliares... y detrás de esa asistencia hay toda una batería de personas, entre las que se incluye el farmacéutico de hospital», expone Nuria Iglesias, que detalla que en el CHOP trabajan 22 farmacéuticos capitaneados por el jefe de servicio, Carlos Crespo. Estos profesionales son los responsables de la selección de los medicamentos que se usan en el hospital, pero después también de buscar el más adecuado para cada paciente, las fórmulas magistrales, las nutriciones parenterales, los citostáticos, los medicamentos que se administran en el hospital de día...
Cuando el paciente se va de alta del hospital hay una continuidad en la asistencia sanitaria en primaria. Y dentro de ese equipo que se va a encargar de los cuidados está la atención farmacéutica. «Casi todos los procesos llevan un medicamento asociado y siempre debe haber un farmacéutico. En atención primaria el paciente conoce al farmacéutico de la oficina de farmacia, que es el que va a dispensar las recetas que su médico le pone, y en muy pocas veces conoce que detrás, trabajando con ese equipo multidisciplinar en el centro de salud, hay un farmacéutico de atención primaria. Pero llevamos 25 años», recalca la subdirectora.
Funciones
La cartera de servicios de estos profesionales es muy amplia. Contempla desde el pedido de los medicamentos que se van a usar en el centro de salud; la selección de esos medicamentos a través de la comisión de farmacia, pero también incluye programas principales como los de prácticas seguras con medicamentos de uso crónico. «En este programa hacemos una búsqueda proactiva de aquellos pacientes que están a tratamiento con medicamentos que, si ocasionan un evento adverso, puede ser más grave y hacemos una revisión con el resto del equipo asistencial para ver si es el más adecuado a esa persona», explica. Después está el programa de conciliación de la medicación, que consiste en revisar, cuando hay una transición asistencial, por ejemplo, del hospital a su domicilio o cuando cambia de cuidador, la medicación y ver si tienen que tomar la misma, además de buscar el medicamento más adecuado. Una atención con revisión a la carta, centrada en cada persona.
La subdirectora alude a que en Galicia y en el área hay una población envejecida, pero ese aumento de la esperanza de vida es el mayor logro que se ha conseguido en los últimos años. «El aumento de la esperanza de vida casi siempre es debido a que salen medicamentos nuevos para tratar patologías, pero cada persona se hace mayor de una forma diferente por distintas causas. Por lo que le tocó vivir, por su genética, por las patologías que va teniendo y hay que buscar el medicamento más adecuado para esa persona y teniendo siempre en cuenta su opinión, algo que muchas veces olvidamos», apunta.
Las personas mayores asocian la calidad de vida a vivir independientes y lo que hay que tratar es de «enseñar las claves básicas de la medicación» para su autocuidado y lo que realmente es importante, para qué toma cada cosa y por qué no las toma bien: «Se trata de conseguir que sea independiente el mayor tiempo posible». ¿Falta pedagogía?, se le pregunta. «Mucha. Tenemos que formarnos en realizar más actividad comunitaria, no debemos de perder la visión de que la atención primaria es la comunitaria y de que hay que prevenir».
Ayudar a gestionar la medicación, foco de la mitad de las consultas
¿Cuáles son los medicamentos que más se usan en los centros de salud del área? En receta médica, en cuanto a consumo, desde el área sanitaria citan los antidiabéticos y los anticoagulantes. La subdirectora de Prestación Farmacéutica precisa que más que por volumen, que también, son importantes porque cuando ocasionan un evento adverso suele ser grave. «En los dos casos están en el punto de mira. En los antidiabéticos está la famosa insulina. Hay estudios a nivel de seguridad de medicamentos, tanto en primaria como en hospitalaria o atención sociosanitaria, que demuestran que entre un 20 y un 40 % de los eventos adversos están relacionados con medicamentos». Eventos adversos son reacciones inesperadas por un medicamento. Pero lo importante de esos estudios, subraya Nuria Iglesias, es que casi la mitad serían prevenibles y ahí es donde hay que trabajar, en esa pedagogía con el paciente.
También tira de datos en el área. En los últimos seis meses, de enero a julio, los farmacéuticos de Pontevedra y O Salnés realizaron 40.000 citas, de ellas, la mitad es atención farmacéutica. «Lo que nos diferencia del resto de España es que en atención primaria todo paciente tiene un farmacéutico de apoyo y puede pedir cita con él». Hace hincapié la subdirectora en que, por suerte, para casi todas las patologías hay varias opciones de medicación y se busca la mejor opción si el paciente no puede, por ejemplo, tragar. La mayoría de esas consultas de atención farmacéutica son para ayudar a gestionar la medicación, para evitar que el paciente se líe. En el área se está difundiendo el programa sistema de dosificación personalizada (SPD) financiado por el Sergas en un determinado grupo de pacientes. De momento son muy pocos porque se lanzó antes de verano. Los requisitos son tener más de 74 años, más de 13 medicamentos y vivir solo o sin red de apoyo familiar y social.