«Haznos un 'reel' con tus antidepresivos»: el mensaje de odio que una «influencer» de Pontevedra no dejó pasar

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Natalia Maqueira, que tiene 182.000 seguidores en Instagram con su espacio «Pasoapasoblog».
Natalia Maqueira, que tiene 182.000 seguidores en Instagram con su espacio «Pasoapasoblog». CAPOTILLO

Natalia Maquieira, con 182.000 seguidores en Instagram, alerta del daño y las graves consecuencias que puede tener la barra libre de comentarios en las redes sociales y hace campaña para que no nos resignemos a que el insulto mande

22 jul 2023 . Actualizado a las 11:48 h.

Natalia Maquieira, de Pontevedra, es de esas personas que lanza un mensaje y su eco resuena en miles de teléfonos a la vez. Es influencer, con 182.000 seguidores en Instagram y notoria presencia en todas las redes sociales. Pero Natalia, sobre todo, es una persona de carne y hueso. Con sus circunstancias, sus penas y alegrías, sus días buenos y sus horas horrendas de lloreras. Como casi todos. Y eso es lo que lleva reivindicando unos días: su condición de ser humano. ¿Por qué lo hace? Porque quiere poner el acento sobre lo que se podría denominar el cáncer que sufren las redes sociales, es decir, los comentarios de odio que tantas veces se vierten en ellas aprovechando la lejanía y el anonimato que da la pantalla. Natalia dice que solo recibe «un mensaje malo por miles buenos». Pero le da igual. Cree que no se puede dejar pasar y que, en un momento que el mundo parece que trata de concienciarse sobre la importancia de la salud mental, las influencer también tienen que mirar hacia ahí y hacer campaña para que esos comentarios del insulto fácil dejen de producirse. 

Todo ocurrió a raíz de un comentario que recibió. Concretamente, alguien le escribió: «Cara de amargada que tienes y mala, mala, mala. Haznos un `reel´ con tu rutina de antidepresivos. No se te puede notar más esa cara de amargada, resentida y fea». Natalia, que lleva más de una década creando contenidos en las redes sociales, donde habitualmente habla de moda, belleza, decoración y estilos de vida, reconoce que es muy raro que ella reciba comentarios de este tipo porque los temas que trata «son muy blancos» y no suelen molestar a nadie. Aún así, le llegó ese mensaje. Y decidió que merecía una reflexión en voz alta y con el megáfono de Instagram.

¿Por qué? Porque cree que nos estamos resignando a que en las redes sociales se pueda decir cualquier barbaridad y escribir comentarios insultantes sin tener en cuenta quién los va a recibir. Lo primero que dice es que hay que hacer un ejercicio de sentido común y pensar que al otro lado de la pantalla «siempre hay una persona» y que cuando se hace un comentario a alguien no se sabe en qué condiciones está ese destinatario, «de qué manera esta librando sus batallas».Y ahí enlaza con su historia.  

Señala que ella, como otros muchos hombres y mujeres expertos en redes sociales, ha tirado de transparencia y nunca ha edulcorado su realidad. «He contado que hacía terapia psicológica, que la dejé y que tuve que volver, he contado que no me sentía bien. Narro muchas veces a mis seguidores que dejo de ir a sitios por priorizarme, por estar bien y en paz. No fui al evento de Barbie en Madrid, precisamente, porque necesito cuidarme y priorizarme», explica. Por eso no entiende que quienes la siguen, que son conscientes de que últimamente no ha vivido sus mejores tiempos, puedan destilar ese odio en un comentario: «En mi caso tengo la suerte de que son comentarios muy, muy aislados. Me llega uno así de cada mil. Pero no importa, no se pueden permitir porque nunca sabemos el daño que puede hacer un mensaje de un desconocido a la persona que lo recibe y las consecuencias gravísimas que puede llegar a provocar». 

Por eso, tras recibir ese mensaje, colgó un vídeo en el que reflexiona sobre los comentarios de odio y en el que explica que no le sirve el argumento de que como es influencer y expone su vida en las redes sociales tiene que apechugar con todo lo que le escriban. «No me vale eso, el odio de alguien a quien no conoces ni les has hecho nada no se lo merece nadie, ni siquiera la persona que lo escribe», cuenta. 

Natalia Maquieira habla así tras haber estrenado unos días de vacaciones con su familia en las proximidades de Pontevedra. Ella, que cuando acabó la carrera de Derecho se propuso opositar para fiscal hasta que las redes sociales la sedujeron y acabó encontrando salida laboral como creadora de contenidos (tiene una agencia que lleva los perfiles de muchos negocios de Galicia y además abrió un exitoso local de hostelería en Pontevedra llamado Limón Brunch & Café en Virxe do Camiño, Pontevedra) señala desde ese retiro vacacional que su intención solamente es poner un granito más de arena para fomentar «la empatía en las redes sociales y en la vida en general». En bikini y mirando al mar, le deja una frase a sus seguidores y les recomienda que la tengan a mano para cuando la necesiten: «El hoy es un regalo, por eso se le llama presente».