El Rali de Pontevedra denunciará al vecino que obligó a suspender un tramo por querer pasar a su casa

Nieves D. Amil
Nieves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Espectadores en el Rali de Pontevedra del pasado sábado
Espectadores en el Rali de Pontevedra del pasado sábado Capotillo

El abogado de la organización de la prueba estudia todo lo ocurrido para «tomar las medidas legales»

05 jun 2023 . Actualizado a las 17:06 h.

Si no hay denuncia, no hay delito. A grandes rasgos es lo que se extrae dos días después de que un vecino de Campo Lameiro se empeñase en cruzar la carretera por la que iba a empezar la séptima pasada del Rali de Pontevedra. Quería llegar a su casa en coche y dejar las bolsas de la compra obligando finalmente a la organización a suspender ese tramo por seguridad. Según los testigos de lo ocurrido, el hombre quería acceder a su vivienda, en la aldea de Painceiros, y salir de ella por su ruta habitual y no por las vías alternativas marcadas por la organización.

La seguridad de la prueba ha puesto en manos de su equipo de abogados lo ocurrido para iniciar «todas las medidas legales posibles». Están recabando los datos de lo ocurrido para meter en la justicia una acción que ellos califican de inaceptable por poner en riesgo la seguridad de una prueba que moviliza a 128 equipos, decenas de voluntarios y muchos meses de trabajo.

La decisión del vecino de Campo Lameiro ha puesto en el punto de mira el trabajo de organización de un rali del Campeonato gallego de automovilismo. ¿Están avisados los vecinos con antelación?, ¿cuánto tiempo se cortan las carreteras?, ¿se puede pasar por ellas? Las preguntas son infinitas y las respuestas muy concretas. «Empezamos en enero con toda la preparación», apunta Diego Besada, responsable de seguridad del Rali de Pontevedra, que recalca que «el hombre tenía alternativas más sencillas para poder llegar».

La organización estudia el trazado e informa a la Guardia Civil para que lo valore. «A veces te piden que se corrija alguna zona por seguridad y se modifica», comenta Besada, que después de hacer ese primer trabajo en enero, comienza con el permiso de los concellos. Campo Lameiro, Moraña, Sanxenxo, Cerdedo-Cotobade tienen que emitir un informe de la viabilidad del trazado del Rali de Pontevedra. Esa toda documentación regresa a la DGT, que elabora uno de los últimos informes para dar el visto bueno a la prueba. En ese documento aparecen recogidos el número de oficiales que van a trabajar, de la misma forma que están los servicios sanitarios, bomberos o el número de cortes y los horarios. «Una vez que están todos esos informes, lo remitimos al servicio de espectáculos públicos de la Xunta junto con los seguros de accidentes, de responsabilidad civil y los contratos médicos y de ambulancias», detalla Diego Besada. Ese último documento de la Xunta es el que da vía libre a la celebración del Rali de Pontevedra.

Informar puerta a puerta

El fin de semana del 20 y 21 de mayo, tras recibir el permiso de la Administración autonómica, recorrieron todas las casas de las carreteras por las que pasó el rali para explicarles cuándo y cómo se desarrollaría la prueba. «Si no estaban, se lo dejaban en el buzón», apunta Besada.

¿Sabía el vecino que insistió en entrar en su casa lo que iba a pasar? «Por la aldea de Painceiros no pasa el rali, ahí tenían otras vías alternativas para llegar a sus casas», subraya el responsable de la organización. La semana de los entrenamientos, previa a la prueba, intensifican la señalización. «Marcamos los controles horarios para los deportistas, los puntos de radio para la seguridad de la prueba y la señalización de ‘reconocimientos con precaución'», advierte Diego Besada, que a este sinfín de advertencias suma la obligada por la DGT: una señal de color naranja y grandes dimensiones sobre la que se detallan los tramos cortados y las alternativas.

Los coches pueden pasar a sus viviendas entre pasada y pasada, pero nunca durante la carrera ni en los minutos previos y posteriores. Testigos de lo ocurrido aseguran que el hombre intentó pasar minutos antes de que se iniciase el tramo de Campo Lameiro. Aún así, le organización le ofreció ir escoltado hasta su casa, pero tendría que abandonarla por unas vías alternativas. La Guardia Civil no puede sancionar al hombre al no existir una denuncia. «Si alguien irrumpiese con su coche en el tramo cortado sí que podemos multar, pero es la organización la que decide cortar el rali y nosotros ahí no tenemos nada que decir», explican desde la Guardia Civil.

La organización procederá ahora a tomar las medidas legales para intentar reparar una situación «que no habíamos vivido nunca».