Uno de los detenidos en la redada de Pontevedra lideraba la banda criminal

L. Penide / M. Vázquez PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Siete de los diez arrestados ingresaron este viernes en prisión

02 jun 2023 . Actualizado a las 21:05 h.

Tras la operación policial desarrollada a principios de esta semana en Pontevedra, Ourense y Barcelona que se saldó con una decena de arrestos, este viernes el magistrado del Juzgado de Instrucción número 1 de Ourense decretó la prisión provisional, comunicada y sin fianza de los siete detenidos que fueron puestos a disposición judicial. Desde el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) reseñaron que este juzgado investiga en esta causa dos delitos de robo con violencia, si bien precisaron que no todos los arrestados están implicados en ambos hechos, y un delito de pertenencia a grupo criminal.

Asimismo, a uno de estos sospechosos también se le relaciona con un tercer cargo de tenencia ilícita de armas.

Por su parte, un juzgado de Pontevedra mantiene abierta una segunda investigación, esta por un supuesto delito contra la salud pública por tráfico de drogas, en concreto, cocaína, en la que estarían implicados dos de los arrestados por los robos. Se trata de dos individuos que residían en las viviendas de Joaquín Costa y Cruz Gallastegui. Los investigadores creen que el líder de la banda es uno de los detenidos en la ciudad del Lérez.

Bautizada como operación Larimar, la Guardia Civil dio cuenta también este viernes de las circunstancias que determinaron el arresto de los diez sospechosos. Entre ellos se halla un hostelero de la capital ourensana, quien, al parecer, era el encargado de marcar los objetivos a la banda criminal valiéndose de la información que conseguía gracias a su profesión. Su papel, por tanto, habría sido fundamental en los dos golpes que se les atribuyen.

De este modo, precisaron que los agentes de policía judicial de la Comandancia de Ourense iniciaron esta investigación el 13 de marzo tras la denuncia por un robo en una vivienda de Soutopedo. Cuatro personas encapuchadas, tras acceder al interior de la vivienda, amenazaron y amordazaron a sus dos moradores. Les exigían que les dijeran dónde guardaban el dinero y las joyas. Sabían por la información recabada que podrían sacar un buen botín de aquella operación y no dudaron en pegar a las víctimas para lograrlo. Al final, se llevaron joyas por valor de cien mil euros y más de 10.000 en efectivo.

La banda se dispersó en los días posteriores. Dos de los sospechosos regresaron a Pontevedra, tres a Barcelona y los cinco restantes se quedaron en la ciudad de As Burgas.

Al mismo tiempo, la Guardia Civil seguía con sus pesquisas. En el transcurso de estas diligencias se tuvo conocimiento de un segundo robo con violencia e intimidación en el que una mujer resultó con lesiones graves. El 4 de mayo la empleada de una empresa de distribución de bebidas situada en el polígono de San Cibrao salía de su oficina para llevar al banco 30.000 euros cuando fue abordada por dos individuos que circulaban en una moto de gran cilindrada. Uno de ellos se bajó y la amenazó con una pistola para, acto seguido, golpearla, tirarla al suelo y apoderarse del bolso con el dinero que iba a ingresar en una sucursal bancaria.

Esta persona tuvo que ser trasladada en ambulancia a un centro sanitario de Ourense con lesiones graves en la cara, añadieron desde la Guardia Civil.

La investigación determinó que «la banda criminal elegía a las víctimas de los robos y realizaban varias vigilancias al objeto de obtener datos de sus costumbres y horarios».

Registros simultáneos

Con estos datos, el 31 de mayo se realizaron siete entradas y registros de forma simultánea en varias domicilios de Ourense, Pontevedra y Barcelona. Además de practicarse la decena de arrestos, en los registros se incautaron una serie de efectos que se considera que fueron empleados en la comisión de los robos, caso de pasamontañas, destornilladores, cascos de moto…

De igual modo, los agentes se incautan de una pistola de fuego, joyas, dinero en efectivo, 650 gramos de cocaína, una motocicleta y un vehículo.

MIGUEL VILLAR

El capitán López Castro: «Ha sido un trabajo enorme desarrollado en dos meses»

«Ha sido un trabajo enorme desarrollado en dos meses; se decidió explotar la operación esta semana porque nos preocupaba que pudieran cometer otro hecho delictivo», señaló este viernes Juan José López Castro, capitán de la unidad orgánica de policía judicial en relación al amplísimo despliegue policial que se llevó a cabo el pasado miércoles para hacer caer a los miembros de la banda. De forma simultánea se arrestó a dos sospechosos en la ciudad del Lérez, a tres en Barcelona y a cinco en la capital de As Burgas.

López Castro, asimismo, aclaró que «el grupo tenía dos células, una operativa y otra logística» La primera era la que perpetraba los asaltos y hacía toda la vigilancia previa, incluida la información sobre objetivos, mientras que la otra se encargaba de facilitar alojamiento y medios de desplazamiento. «Usaban vehículos sin placas de matrícula para dificultar la investigación y eran especialmente violentos, no tenían reparo en utilizar la fuerza», añadió el mando de la Guardia Civil.

El mismo día que se realizaron los arrestos tres de los diez sospechosos ya fueron puestos en libertad. Según ha trascendido tres de los cinco detenidos en la ciudad de As Burgas son de nacionalidad ecuatoriana y el cuarto es un ciudadano de origen portugués. Habría sido en el domicilio de este último donde se incautó una pistola.

En estos operativos se contó con el apoyo del Grupo Rural de Seguridad (GRS) de Castrosenín, la USECIC de Pontevedra, Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Ourense, el Equipo Pegaso de la Comandancia de Ourense y la Unidad Canina de Madrid. Asimismo, también participaron agentes del grupo 1 de la Udyco de la Policía Nacional de Pontevedra.