Investigados tres pontevedreses como integrantes de una red que estafó 3 millones de euros a través de la venta piramidal de franquicias

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

guardia civil de zaragoza

La operación Faraones se inició en octubre del 2016 con la denuncia de una mujer que perdió cinco mil euros en inversiones

25 may 2023 . Actualizado a las 12:37 h.

Varios años de exhaustiva investigación han permitido a la Guardia Civil desarticular una «organización criminal dedicada a la estafa piramidal a través de la venta de franquicias multinivel». En el seno del instituto armado se tiene la convicción de que los beneficios fraudulentos alcanzaron los tres millones de euros.

En este punto, precisaron que uno de los cabecillas fue detenido en Portugal por el Equipo de Investigación Tecnológica (EDITE) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Zaragoza: «La detención del principal líder de la red criminal se efectuó como resultado de la orden de detención europea dictada por el Juzgado de La Almunia de Doña Godina, y que tuvo lugar el 24 de febrero de este año en el aeropuerto de Lisboa cuando esta persona desembarcaba de en un vuelo procedente de Brasil. El detenido, un varón de 66 años, fue trasladado posteriormente al centro penitenciario de Zuera donde permanece en prisión desde finales del mes de marzo».

Además, tanto en la investigación llevada a cabo en España, que fue bautizada como operación Faraones, como los datos aportados por las autoridades portuguesas y brasileñas, entre los meses de agosto y septiembre de 2017, se localizó e investigó a ocho integrantes de la red, tres de ellos en Sevilla, otros tantos en Pontevedra y el último en Madrid.

Primera denuncia

Esta investigación se inició en octubre de 2016 tras el conocimiento de una presunta estafa en la localidad de La Muela. La denunciante relató que, tras observar un anuncio en una conocida red social en el que se publicitaba la adquisición de franquicias multinivel, al tiempo que se aseguraba que esta era una forma de ganar dinero de manera segura y sin necesidad de salir de casa.

A la vista de esto, la víctima contactó con la patrocinadora e inició, posteriormente, un curso de formación online de marketing llegando incluso a conocer a los líderes del grupo, tanto en España como en Portugal. Convencida de este rentable negocio, desde la Guardia Civil añaden que invirtió en la adquisición de una franquicia que le aportaría además una posición en la estructura del grupo.

Esta posición aumentaría de nivel de dos maneras diferentes. Por un lado, mediante la adquisición de nuevas franquicias en la modalidad de inversionista. Por otro, como desarrollador, invitando a otras personas a unirse a este negocio.

De este modo, llegó a realizar transferencias por importe casi cinco mil euros y, además, convenció a un familiar para que se introdujera en este negocio, que también efectuó ingresos por una cantidad similar.

Sin beneficios

Dado que, pasados unos meses, no obtuvo beneficio alguno, se puso en contacto con los líderes quienes se excusaron en problemas técnicos y dieron la solución de entregar los mismos a través de adquisición de criptomonedas y de una tarjeta bancaria con la que podría hacer extracciones de beneficios en cajeros automáticos. Por estas soluciones, añaden desde el instituto armado, «nunca llegaron a obtener ninguna cantidad económica, percatándose entonces de haber sido víctima de una estafa».

Los especialistas de EDITE pudieron determinar que se trataba de una estafa piramidal en la que había varias víctimas distribuidas por el territorio nacional, además de existir investigaciones por hechos similares en Madrid, Sevilla y Vigo.

La investigación concluyó que el dinero que aportaban las víctimas era transferido a cuentas bancarias de Portugal y posteriormente desviado, de manera muy rápida, a otras en Brasil, pertenecientes a empresas que estaban vinculadas a la misma actividad, y cuya titularidad correspondía a los líderes de la organización. Esta organizaba «eventos para sus futuros inversores en hoteles de lujo y diferentes poblaciones, donde les informaban de este exitoso negocio llegando a convencerles a través de otras personas que actuarían de anzuelo, exponiendo a los asistentes los beneficios que ya habían obtenido».

Se comprobó, de igual modo, que los componentes de esta organización llegaron a cambiar el nombre de las empresas en varias ocasiones, ya que al transcurrir un tiempo y no obtener beneficios los inversores, estos se percataban de que fueron víctimas de estafas. Acto seguido, estas compañías iniciaban nuevamente la actividad delictiva bajo otro nombre pero con el mismo modus operandi.

A todos los detenidos se les imputan delitos de estafa, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal, mientras que a los dos líderes de la organización les constaban antecedentes por hechos similares y las empresas que dirigían estaban siendo investigadas por supuestas estafas.