El general jefe de la Brilat renueva en Pontevedra una tradición secular del Gremio de Mareantes más antiguo de España

PONTEVEDRA CIUDAD

En 1912 la entidad decidió otorgar su presidencia a las Fuerzas Armadas
18 may 2023 . Actualizado a las 19:38 h.Fue a finales de julio de 1912, hace ya más de un siglo, cuando el Gremio de Mareantes de Pontevedra decidió otorgar la presidencia del colectivo a las Fuerzas Armadas, destacó el presidente de la entidad José Luis Arellano. Desde entonces, cada general jefe de la Brilat viene asumiendo el nombramiento de miembro honorífico de los mareantes, tradición que este jueves renovó el general de brigada Alonso Pardo de Santayana Galbis.

«Ya forma parte mi general de la gran familia de los mareantes de Pontevedra, al igual que sus compañeros que le precedieron en su cargo», remarcó José Luis Arellano, al tiempo que le deseó «mucha suerte en su singladura y hacemos votos para que lleve a buen puerto esta nave del Ejército español que le toca patronear».

Por su parte, en su alocución, el general de brigada Pardo de Santayana aludió a las palabras de José Luis Arellano conforme a que el de Pontevedra es el Gremio de Mareantes «más antiguo de España. Nuestras raíces se remontan al siglo XII». «Es una institución muy antigua, muy querida, muy representativa de lo que es Galicia, de lo que es Pontevedra», añadió el mando militar.

«Qué reconozcan la labor al Ejército de Tierra representado por la brigada, que nuestra misión es esa, servir a España y a los españoles», subrayó el general jefe. «El mayor éxito que puedes tener es que tus conciudadanos reconozcan tu valía, la aprecien y se quieran vincular a ti», precisó.
En este punto, resaltó que el Gremio de Mareantes «hizo posible Pontevedra, el desarrollo de la basílica de Santa María la Mayor... Un crecimiento, un desarrollo que son Pontevedra en sí misma», por lo que «el hecho de vincularnos a este gremio es un gran honor y es hacia donde se debe remar siempre, en todas las situaciones».

Alonso Pardo de Santayana rubricó que «nosotros no somos marineros», si bien «vivimos en una ciudad muy vinculada al mar», por lo que «nos sentimos muy cercanos, muy enraizados en este entorno».