Los cien metros de los que depende que Mollavao gane en calidad de vida
PONTEVEDRA CIUDAD
Los vecinos de este barrio de Pontevedra no renuncian al vial cuya construcción «suscita dudas» en Costas
13 mar 2024 . Actualizado a las 12:13 h.Los vecinos del barrio de Mollavao, en Pontevedra, están hartos de verse en medio de peleas ajenas que les acaban perjudicando: entre el Concello y Costas, el fuego soterrado del COAG, las andanadas del secretario de Estado de Medio Ambiente... Con sus viviendas a menos de un kilómetro de la Peregrina, llevan años denunciando que el barrio está abandonado, que la calle que lo cruza —Rosalía de Castro— tiene carácter casi de carretera, que faltan espacios públicos de calidad como los que se han ido habilitando en el resto de la ciudad...
En el 2017 —¡hace seis años!— sus demandas fueron escuchadas por el Concello de Pontevedra, que elaboró un proyecto de humanización del barrio cuya ejecución se valoraba en unos 3 millones de euros. El plan, consensuado con los vecinos, tenía como eje principal la reducción del tráfico en los 600 metros de zona más urbana de la calle Rosalía de Castro, los que van desde la rotonda con María Victoria Moreno hasta el puente del tren. La propuesta incluía la construcción de un vial que comunicaría este último punto con la avenida de Marín, de modo que se pueda desviar por ahí el tráfico de entrada a la ciudad. El objetivo era descargar el tramo más urbano de Rosalía de Castro, que quedaría con un único carril de salida y se podrían ampliar las aceras para adecuarlas a las del resto de la ciudad.
El plan
Terrenos de dominio público marítimo-terrestre. El plan incluía otras actuaciones, pero la clave es construir ese vial, de apenas 100 metros de longitud, que permita desviar el tráfico, liberar Rosalía de Castro y humanizar la zona. La parcela en la que se proyectó ese vial está en dominio público marítimo-terrestre, y es competencia de Costas del Estado. Forma parte de un terreno en el que habitualmente se instalan los circos que visitan la ciudad y que en el día a día se utiliza como aparcamiento disuasorio.
Tras la elaboración del proyecto en el 2017, el Concello comenzó a moverse en tres direcciones. Con la Diputación, con Costas y con la Xunta. Con el organismo provincial se acordó un convenio de colaboración por el que seria este el que se encargaría de la redacción del proyecto del vial y de su ejecución. En el 2020 ya se había elaborado el proyecto, que recogía sugerencias de los técnicos del Servicio Provincial de Costas, y cifraba el coste de ejecución del vial de 930.000 euros. Una tercera parte se destinaría a estabilizar el terreno, ya que está próximo a una antigua zona de xunqueira.
La segunda Administración implicada era la Xunta, que tenía que dar su visto bueno a la ejecución del vial por un terreno de Costas y, sobre todo, sin el amparo del Plan Xeral de Ordenación Municipal. Pese a ciertas reticencias iniciales, en octubre del 2020 llegó el visto bueno de la Xunta, que incluso eximió al proyecto de la necesidad de someterse a informe de impacto ambiental. Se valoraba entonces que con esta decisión se ahorraba un año de tramitación.
El frenazo
El lío administrativo con Costas y la alegación del COAG. Pero faltaba la tercera pata de la negociación para sacar adelante el proyecto, que es Costas del Estado. Y ahí se frenaron las buenas intenciones que sí se vieron en el resto de agentes implicados.
El Concello remitió su primer escrito al organismo estatal en junio del 2018, y desde Costas se contestó desempolvando un viejo proyecto de construcción de un tanque de tormentas en la citada parcela, un plan que había sido descartado en el 2011 pero que para el organismo estatal seguía «vivo».
Se aclaró este entuerto y en el 2020 el Concello envió «documentación suplementaria» al Servicio Provincial de Costas para insistir en la petición de concesión de ocupación de los terrenos... Y en esto se metió por medio el Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG), que a principios del 2021 presentó unas alegaciones —«extemporáneas» a juicio del Concello— contra el proyecto de construcción del vial. Se trataba de una alegación con tintes políticos, que en el fondo era un reproche al Concello por su empecinamiento en no aprobar un nuevo PXOM y seguir trabajando con un documento de 1989. Pero esa disputa entre Colegio y Ayuntamiento cogió por el medio a los vecinos de Mollavao, que cuando ya veían que había proyecto, financiación y permisos, sufrieron el frenazo motivado por esta alegación.
Pese a que el COAG la presentó en enero del 2021, a finales del 2022 no se había producido respuesta por parte de Costas, y el Concello reiteró su escrito explicando por qué es necesario el vial —seguridad y calmado de tráfico, descongestionar los tráficos de paso, crear nuevos espacios de movilidad peatonal...— y por qué no existe más alternativa para su construcción que el terreno de Costas entre Rosalía de Castro y la avenida de Marín.
Malestar
La carta de Lores. Pero pasaron los meses y seguía sin haber respuesta. Y el pasado 30 de marzo, se comenzó a desencadenar la última batalla que pilló a los vecinos en medio.
Ese día, el alcalde remitió un escrito al secretario de estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, instándole a resolver asuntos de Costas bloqueados durante años: la desafectación de terrenos en Ponte Sampaio y en el campus, el tratamiento del aparcamiento frente al Pabellón de Deportes... y el vial de Mollavao. «O silencio de Costas impide o crecemento da cidade», señaló el regidor, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG).
La sorpresa
Respuesta del secretario de Estado de Medio Ambiente. Lo que nadie esperaba era el tono de la respuesta del secretario de Estado, que supuso un auténtico jarro de agua fría sobre las pretensiones del Concello y de los vecinos. A través de una carta dirigida al alcalde, señaló que la cesión de terrenos de Costas para ejecutar el vial de Mollavao «ha suscitado dudas (...) a la vista de las alegaciones presentadas», y por la aplicación del artículo 32 de la Ley de Costas, que limita las concesiones de terrenos de dominio público marítimo-terrestre a que la actividad prevista «no pueda tener otra ubicación posible».
Lores replicó con otra misiva reclamando que se active el proyecto. De momento, sigue sin respuesta. Otra vez.
«Creo que se lo debería de explicar a los vecinos», le dice Lores a Hugo Morán
La respuesta de Hugo Morán a la primera carta de Fernández Lores abrió una brecha en el gobierno coaligado BNG-PSOE al advertir el secretario de Estado al alcalde de que la construcción del citado vial se solaparía con la «renaturalización de la antigua junquera de Mollavao», una iniciativa, recordaba, incluida en la estrategia Pontevedra Flúe, que impulsa el ala socialista del gobierno local y que el Ministerio para la Transición Ecológica «valora positivamente».
El regidor lamentó profundamente esta contestación de Morán, que acogió «con sorpresa e desagrado». Así lo hizo ver al propio alto cargo ministerial en una respuesta enviada al día siguiente de recibir la misiva de Morán: «Creo que debe explicarle a los vecinos de Mollavao por que no se va a mejorar su barrio a pesar de que ya existe un proyecto a punto de ser licitado, con consignación económica, el respaldo de la Diputación provincial, los informes favorables de todas las Administraciones y el deseo ahora frustrado de los vecinos».
El PP votó a favor
Estos han mantenido ya reuniones con los tres grupos políticos municipales, y en los tres encontraron respaldo al proyecto. Rafa Domínguez (PP), recordó que su grupo votó a favor del proyecto de humanización del barrio pese a que el vial que pretende el Concello es «ilegal» porque no lo contempla el PXOM, pero se comprometió a resolverlo.
Lores, obviamente, sigue adelante con su reivindicación ante Costas, y así se lo hizo ver a los vecinos en un encuentro mantenido en el mismo día en que se cruzaba misivas con Hugo Morán y en el que acusa a sus socios de gobierno de «encubrir a inactividade do Ministerio».
El PSOE también lo apoya
Y el PSOE local tampoco quiso dejar margen a la especulación sobre un hipotético rechazo al proyecto. Desde el equipo de su portavoz y candidato a la alcaldía, Iván Puentes, se sostiene que «a estratexia Pontevedra Flúe prevé tanto o vial como unha actuación en ámbalas marxes dese vial, que faga compatible o uso actual de aparcadoiro coa dotación de zonas verdes e a conexión co paseo a Marín».
De momento, la historia de esos cien metros de vial que podrían cambiar la fisonomía de Mollavao sigue en suspenso. Los vecinos insistirán en demandar que desde Madrid alguien por fin se tome a su barrio en serio.