La piscina olímpica fía su futuro a que el Concello asuma los gastos energéticos tras un año cerrada

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Ramón Leiro

Los clubes y la Administración local se reúnen hoy para intentar llegar a un acuerdo a 24 horas del 1 de abril, fecha límite que dio la Fundación Rías do Sur

31 mar 2023 . Actualizado a las 11:45 h.

Mañana se cumplirá un año del cierre definitivo de la piscina olímpica de Pontemuiños y su futuro está en el aire. La Fundación Rías do Sur, propietaria de las instalaciones, trasladó esta semana a los clubes de agua que mañana sábado dejará de sufragar los gastos energéticos de la piscina de 25 metros (la única que estaba abierta desde septiembre) y serán los equipos, si quieren seguir entrenando, los que tendrán que costearlos. Estos han dado un «no» tajante a una posibilidad que supondría desembolsar cerca de diez mil euros al mes.

Con este planteamiento sobre la mesa y cuando la situación es ya extrema, los clubes viven a contrarreloj una posible solución que pasaría por la implicación del Concello de Pontevedra. A lo largo de este año han llamado en más de una ocasión a su puerta, pero los últimos acontecimientos han abierto una vía de esperanza para poder poner un cartel de final feliz. Sobre la mesa hay el borrador de un convenio que recoge que la Administración local asuma el coste energético de la piscina de 25 metros y la de 50 metros a cambio de que la Fundación Rías do Sur se comprometa a mantenerla abierta. Al menos eso es lo que se sentarán hoy a negociar los responsables municipales y los clubes de agua de la ciudad. El concejal de Deportes, Tino Fernández, cree que «puede haber un final feliz para todos», pero todavía queda un cara a cara entre todas las partes para resolverlo.

«A única vía libre que nos queda é que se pronuncie o Concello», reconocía ayer el presidente del Galaico Sincro, José Maquieira, a 48 horas de que se agote el plazo. La misma visión tiene el responsable del Club de Natación Galaico, Albero Castro, que con cerca de 250 fichas federadas, teme que el lunes tengan que hacer las maletas rumbo a otra piscina. Una parte de sus nadadores ya están en la Escuela Naval, pero tener que movilizar a todos a Marín supondría saturar ese vaso y seguir mermando sus capacidades competitivas. «Se ha avanzado algo respecto a hace unos meses y hay que ser optimistas. Al menos el Concello tiene encima de la mesa un borrador, algo que antes no había», explica Castro, que es partidario de que los clubes vuelvan a la piscina de 50 metros con el respaldo del Concello y que el resto de las instalaciones se gestionen en régimen de concesión, como se hizo hasta hace un año.

Posibilidad de acuerdo

«Hay una propuesta sobre la mesa y es posible llegar a un acuerdo, pero cualquier aspecto económico supone una modificación de crédito y eso es lento», apunta Tino Fernández, que junto al alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, han estado presentes en numerosas reuniones para poder resolver un conflicto que dejó sin actividad al millar de abonados que tenía la piscina y al CW Pontevedra, Sincro Pontevedra, Galaico, Galaico Sincro, Club SAPO de Salvamento y los nadadores de la Federación Galega de Natación y los de la de triatlón. Los equipos tuvieron que buscar alternativas en piscinas de la comarca después de que el 11 de marzo del 2022 la empresa concesionaria, Supera, anunciase el cierre por unos «desbocados costes energéticos».

Con la vuelta al colegio, el pasado septiembre, la Fundación abrió la piscina pequeña y asumió los gastos energéticos para que pudiesen volver a entrenar en ella algunos clubes, como el Galaico y el Galaico Sincro, mientras para otros es inviable trabajar fuera del vaso de 50 metros. Este pequeño paso abrió un halo de esperanza entre los usuarios. Pero la solución seguía lejos hasta que esta semana parecía llegar el final. «Comunicamos a tódolos clubes que se queren que a piscina de 25 metros siga aberta dende o lunes, terán que asumir os gastos enerxéticos», explica el presidente de la Fundación, Héctor Vilariño. Ahora queda saber si hoy hay final feliz.

Existe interés de alguna empresa para asumir la concesión de las instalaciones

Después de un año en negro, está claro que a los equipos y a la Fundación Rías do Sur les cuesta ser positivos. Desde el 1 de abril del 2022 han peregrinado por otras piscinas, pero también han visto limitada su preparación para poder ser tan competitivos como antes. Todos coinciden en que la solución a sus problemas pasa por que el Concello asuma los gastos energéticos de las dos piscinas. Mientras se esperan una respuesta por parte de la Administración local, la Fundación sigue trabajando en la búsqueda de alternativas. Y su presidente, Héctor Vilariño, sí quiere ser positivo. «Esperamos que o próximo ano podamos ter aberto Pontemuiños. Varias empresas están interesadas en asumir a xestión, algunha veu visitar as instalacións», señala Vilariño, que reconoce que esos contactos no se han convertido en negociaciones.

Con mucho camino todavía por recorrer, los clubes alertan de que está situación está golpeando con fuerza su viabilidad. Y es que tener que movilizar a los críos de la base a otras localidades supone un trastorno para la conciliación de las familias que acaba desembocando en el abandono del deporte. Los equipos se han unido a lo largo de estos años para pedir al Concello que deje morir el deporte de agua en la ciudad, pero no son solo los clubes. No hay que olvidar que el cierre de Pontemuiños dejó sin actividad a un millar de deportistas. Supera, la empresa concesionaria de los servicios, tenía que estar hasta el 2036, pero el 1 de abril de hace un año cerró las instalaciones, abonó cerca de 150.000 euros en concepto de mantenimiento no realizado y se fue.