Ángel Gandón, afectado por la huelga en Pontevedra: «O tempo pasa e aquí non chega ninguén»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

LÓPEZ PENIDE

Muchos pasajeros habituales del autobús, conscientes del paro, optaron ya por transportes alternativos

31 mar 2023 . Actualizado a las 12:46 h.

Poco antes de las doce de este mediodía, apenas cuatro pasajeros se encontraban en el interior de la estación de autobuses de Pontevedra a la expectativa de la evolución de la huelga. En algunos casos, mantenían la esperanza de que su transporte pudiera salir a lo largo de la jornada aunque fuera con retraso, mientras que en otros ya se planteaban regresar a sus domicilios dando por perdido, en algún caso, ya no solo el viaje que habían planeado, sino el arranque de las vacaciones de Semana Santa.

En este último supuesto se encontraba Ángel Gandón Fernández, quien reconocía que el paro convocado le sorprendió pues desconocía que siquiera estuviera convocada la huelga: «Non hai buses. Din que hai unha folga, pero non sei respectiva a que», apuntaba.

CAPOTILLO

«Chegue ás nove, preguntei e dixeronme que 'non, non temos bus'. Fai un momento chamaronme e dixeronme que as 11 ou 11.30 habería... pero o tempo pasa e aquí non chega ninguén. Isto é o que podo dicir», añadió mostrando la hora de su reloj, las 11.50.

Ángel Gandón estaba pendiente de que su hijo lo recogiese en la estación de autobuses y lo llevase a su casa en el entorno de Cangas. «Era para facer un 'raid' por aí e ao non ter autobuses, non podo», concluyó.

Transportes alternativos

Lo cierto es que muchos pasajeros habituales del autobús en Pontevedra ya contaban con esta jornada de huelga y optaron por emplear transportes alternativos. «Tuve que coger el tren para desplazarme a Santiago, aunque esto implicará tener que madrugar más. Luego allí pillamos un taxi entre cuatro para ir a nuestro trabajo», indicaba Mara.

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Uno de los servicios más afectados en Pontevedra fue la conexión con Marín. De hecho, uno de los puntos que más afluencia de usuarios suele registrar es la marquesina de la plaza de Galicia. Allí, en torno a las 12.15 horas, una decena de personas esperaba con la duda de si estaría operativo el servicio.

«Llevamos una hora esperando», incidía una joven, al tiempo que señalaba que estaba ya contactando con algún conocido que las pudiese trasladar a Marín. A escasa distancia, otro pasajero lamentaba que desde la compañía concesionaria de esta ruta no les informarán de lo que estaba aconteciendo o sobre las alternativas que tenían para trasladarse. «El taxi es impensable. No me lo puedo permitir», puntualizaba.