Observación docente entre iguales en la Escola de Idiomas de Pontevedra para mejorar

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Las siete profesoras de la Escola Oficial de Idiomas (EOI) de Pontevedra que participan en el programa «Observa-acción»
Las siete profesoras de la Escola Oficial de Idiomas (EOI) de Pontevedra que participan en el programa «Observa-acción» Ramón Leiro

Siete profesoras participan en un proyecto que analiza la práctica en el aula

16 mar 2023 . Actualizado a las 11:38 h.

Profesoras que observan durante las clases a otras compañeras con un objetivo común: mejorar la práctica docente en beneficio de los alumnos y también de ellas. La Escola Oficial de Idiomas (EOI) de Pontevedra ya llevaba años desarrollando experiencias de observación docente orientada por el Centro de Formación e Recursos (CFR) del profesorado de Pontevedra, pero es la primera vez que participa en un proyecto formal convocado por la Consellería de Educación. Se trata del plan Observa-acción, que se desarrolla también este curso en otras etapas educativas.

El programa arrancó a finales de enero en la Escola de Idiomas con la fase local, que rematará el 31 de marzo con la presentación de una memoria. Después habrá una fase autonómica, si son seleccionadas, y el próximo curso otra estatal e internacional. En el centro ubicado en la calle Celso Emilio Ferreiro participan siete profesoras. Se trata de Alejandra Alonso, Carmen Antolín, María Fernández, Paula Gómez, María Sola, Begoña Suárez e Irene Sueiro. ¿Todas mujeres?, se les pregunta en una improvisada charla. Todas mujeres porque son abrumadora mayoría en la Escola, responden. La actividad es voluntaria y hay representación de docentes de todos los idiomas que se imparten en el centro menos gallego —inglés, francés, alemán, italiano y portugués—.

La dinámica es sencilla. Una o dos profesoras, porque hay que conjugar horarios y no es fácil, asisten como observadoras a clases de otras compañeras. Cuentan que normalmente ese mismo día o en la clase anterior se lo comunican a los alumnos. Su papel es de meras observadoras de lo que pasa en el aula y, de hecho, tras unos minutos, su presencia acaba pasando inadvertida. Los estudiantes, dicen ellas al unísono, las reciben bien. De lo que se trata es de recoger sus impresiones y de ponerlas después en común. Hasta el momento las docentes ya han realizado unas cinco observaciones cada una. Hay una fase general de observación holística del conjunto, y otra sobre aspectos más concretos.

«Cogiendo ideas»

Cuando se puso en marcha el programa algunas tenían cierta inquietud, otras estaban expectantes y alguna se reconocía un poco nerviosa. Alejandra Alonso acaba de empezar en la EOI. «Yo soy de secundaria y pensaba ‘a ver qué van a pensar de mi práctica porque tengo poca experiencia’». Casi dos meses después, ya lo ve de otra forma. «Estoy cogiendo ideas y está siendo positivo», afirma. Carmen Antolín vivió el año pasado la experiencia de Alejandra porque era su año de prácticas en la EOI. Apunta una doble reflexión. «Coa observación ves a túa práctica como nun espello, pero outra compañeira é outro espello que permite mellorar a práctica docente e crear sinerxías entre o profesorado», subraya.

Irene Sueiro, que imparte alemán, da clases en una aula muy pequeña y al estar tan acostumbrada a ese espacio no era tan consciente de ese aspecto. Tras la observación y en la sesión de análisis posterior se lanzan sugerencias en forma de preguntas. Le plantearon el cambio de mobiliario o su redistribución y lo hizo. Es lo que llaman «momento Eureka», cuando de esa puesta en común salen mejoras.

Hay a quien la experiencia le está sirviendo para no perder el foco: los protagonistas siempre son los estudiantes. «A veces hablo demasiado y hay que dar más autonomía a los alumnos», apunta Alejandra. Carmen añade que hay que incorporar actividades que impliquen movimiento para no estar tanto tiempo sentados, algo que hay que hacer teniendo presente la diversidad del aula. Ella, que nació como profesora en la pandemia, casi veía anormal el tocarse tras un curso con mascarilla. Irene comenta otro aspecto y dice que lo digital es importante en el aprendizaje de idiomas, pero lo manual también.

En definitiva, esta experiencia de observación docente les está permitiendo analizarse a ellas. También es un punto de encuentro para conocerse más, no solo como profesionales de la enseñanza, sino como personas. María Fernández hace hincapié en que el programa permite contar con «un espazo de diálogo sobre a pedagoxía a través da observación, pero entre iguais».

María Fernández, Alejandra Alonso, Carmen Antolín, Begoña Suárez, María Sola, Paula Gómez e Irene Sueiro, docentes de la EOI de Pontevedra
María Fernández, Alejandra Alonso, Carmen Antolín, Begoña Suárez, María Sola, Paula Gómez e Irene Sueiro, docentes de la EOI de Pontevedra Ramón Leiro