Los inspectores de pesca convocan su primera huelga general de la historia
PONTEVEDRA CIUDAD
Son una treintena en Galicia, dieciséis y un jefe de servicio en la provincia de Pontevedra y catorce y también un jefe de servicio en la de A Coruña
15 mar 2023 . Actualizado a las 13:05 h.El próximo 28 de marzo los sindicatos CIG, ELA, CC. OO. y CSIF —están pendientes de si se suma o no UGT— han convocado a nivel estatal lo que será la primera huelga general de los Inspectores de Pesca Marítima (IPM). Mientras que en todo el Estado son 167 trabajadores, en Galicia son una treintena. En Pontevedra tienen su base dieciséis inspectores y un jefe de servicio con competencia desde la ría de Arousa hasta la frontera con Portugal, mientras que en A Coruña son catorce y también un jefe de servicio que cubren desde la ría de Ribadeo hasta la de Arousa.
El principal motivo de esta jornada de huelga, que se completará con una manifestación en Madrid ante la sede del Ministerio de Agricultura, se encuentra en la nueva instrucción delegada en materia de horarios que busca implementar esta Administración. «É un borrador que se nos presentou a mediados do ano pasado e despois de catro negociacións, todos os sindicatos dixemos que non estamos dispostos a asumila», remarcó Xosé Ríos, de la CIG.
El principal motivo se encuentra en el hecho de que «ten unha serie de recortes», entre los que se encuentra un régimen de especial dedicación que «pretende que esteamos localizables e dispoñibles en dúas horas para actividades non programadas (...). Non entendemos a que ven ultradisponibilidade que pretende o ministerio», añadió defendiendo la necesidad de la conciliación familiar de los inspectores.
De igual modo, expuso que está previsto que se les compense con una cantidad «que entendemos que debe de ser tan irrisoria que non a queren amosar. Téñena todavía escondida. Pretenden que firmemos un cheque en branco». Y como tercer motivo, expuso que encuentran contradictorio que, por un lado, desde el ministerio se hable de la pérdida de la soberanía alimentaria y, por otro, se intensifique la inspección y control sobre los barcos de pesca.
Acoso desde Bruselas
En este punto, Xosé Ríos dejó claro que los inspectores entienden perfectamente al sector: «Os barcos entran 365 días do ano, as vinte e catro horas. As veces entran para desembarcar, outras veces por arribada por mal tempo. Pero esta ultradisponibilidade, agora mesmo co acoso que está habendo por parte de Bruxelas, que parece que o sector pesqueiro é un obxectivo (...), non entendemos que se pretenda recrudecer ou pretender que teñamos uns horarios de cirurxián. Non sabemos que recursos pesqueiros están tan en perigo como para ter que saltar e estar dispoñibles en dúas horas e actuar nese momento. Estaremos vivindo practicamente co móbil pegado á orella durante dous meses do ano».
Pendientes de conocer los servicios mínimos que se implementen para la jornada de huelga general, la intención es que el 28 de marzo no se realicen controles, ni inspección, ni servicios de atención, como puede ser el precintado de las cajas azules de los barcos. Entienden los sindicatos que este día solo tendrían que atender los servicios mínimos alguna urgencia, un suceso grave o una denuncia.
No se paralizaría la actividad
En todo caso, precisaron que, en términos generales, los pesqueros no verían paralizada su actividad en los puertos gallegos, excepto en aquellos casos donde es obligatoria la actuación de los inspectores pesqueros. Manuel Ríos, delegado del CSIF e inspector de pesca, precisó «que nós non esteamos no porto, non impide a actividade de descarga operativa dos barcos. Hai barcos que si están condicionados á nosa presenza e si está condicionada a nosa presenza, evidentemente, ese día non podería realizar a súa operativa».
Entre estos pesqueros, se encuentran los que tienen bandera extracomunitaria, incluidos los que porten pabellón del Reino Unido, y los de los caladeros del Atlántico Norte o NAFO. «A meirande parte da frota non ten porque ser inspeccionada obrigatoriamente por nós», de tal modo que, excepto en los casos en la que su presencia es requerida de forma obligatoria, el resto de controles son, por así decirlo, aleatorios. «O noso traballo é estar nos peiraos, estar a bordo dos barcos e controlar a descarga de capturas, medir as dimensións dos aparellos, palangres... e despois cuestións técnicas, como declaracións de capturas», concluyó Manuel Ríos.