Íñigo Bregel, de Los Estaques: «Nadie nos ha dicho que nota tocar o que nota no tocar»

PONTEVEDRA CIUDAD

Sergio Albert

Las Matinés presentan hoy a Los Estaques y Anni B. Sweet con su disco «Burbuja cómoda y Elefante inesperado»

11 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Con las entradas agotadas desde hace unos días, las Matinés do Principal regresan este sábado a Pontevedra con un concierto a cargo de Los Estanques y Anni B. Sweet (13 horas). «Por nuestra parte, vamos con muchísimas ganas. El de Galicia es un público que siempre nos ha tratado muy bien. Aparte de que somos cántabros y nos gusta la humedad, tocar en Pontevedra es como tocar en casa. Y ahí vamos, a hidratarnos un poco», remarca Íñigo Bregel, vocalista, teclista y guitarra de Los Estaques.

—¿Cómo surgió está colaboración con Anni B. Sweet?

—Mucha gente nos estaba diciendo que le molábamos a Ana, pero la verdad es que nosotros nunca nos habíamos parado su música. Sabíamos que era una gran cantante y que era una gran artista, pero sí que es verdad que no habíamos disfrutado mucho de su música. A raíz de los que nos decían, empezamos a escucharla, flipamos con lo que hacia, con su voz, con sus temas, con sus producciones, que muchas partes son suyas, y nos pusimos en contacto con ella. Llevaba un tiempo detrás de nosotros y empezamos a darle caña, pero ya con el primer que hicimos, Pelo de flores, el resultado nos gustó tanto que, al final, decidimos hacer un disco entero, Burbuja Cómoda y Elefante Inesperado.

—¿Considera que un formato como el de las Matinés do Principal permite disfrutar más de este trabajo discográfico?

—Recuerdo a un tío, El Pelusa, uno de los que te encuentras por Santander y que van pidiendo por la calle, uno de estos personajes míticos, que conoce todo el mundo porque alguna vez le ha pedido. Él me puso un ejemplo muy gracioso con los porros. Me dijo que solo fumaba china los días de lluvia, pero que los días de sol fumaba hierba. Ese día, como no en Santander, estaba lloviendo y se hizo un porro de china. Flipé con aquel razonamiento de relacionar el tipo de porro que te vas a fumar con el clima. Jamás se me habría ocurrido a mí. Y esto es un poco como nuestra música y la hora del día. Puedo entender tu pregunta porque por la noche suele ser un ambiente más fiestero, más rock, más sudor, más gente moviéndose, y por la mañana, vermú y un ambiente, tal vez, igual de fiestero, pero esa fiesta se lleva por dentro. Suele estar la gente más amilanada, pero creo que puede funcionar bastante bien en las dos horas. En cuanto a la música, para mí no hay noche o día. Son veinticuatro horas y a cualquier hora entra igual de bien.

—Está es una pregunta que suelo realizar siempre con las Matinés do Principal. Dada la hora del concierto, ¿se tiene que hacer algún cambio en el repertorio, introducir algún arreglo especial, cambiar algo debido a que, a lo mejor, es un público más familiar?

—Ostias. Ya te pillo por donde vas. Son preguntas muy interesantes, la verdad. Quizás habría que hacer eso para cada tipo de público, para cada circunstancia y para cada concierto. Lo que pasa es que el artista lo que se encuentra, un poco, es una sorpresa. Es interesante eso que dices de que «ahora tocamos para este público, pues vamos a enfocar este reper», ahora es por la noche hagamos este otro... Creo que eso llevaría un tiempo excesivo y aparte tendríamos que tener muchísima variedad en el repertorio. No nos regimos tanto por la hora del concierto, sino por el tipo. Si tenemos que ir a tocar dos temas a una rueda de prensa, igual vamos Ana y yo y llevamos el repertorio hecho de una manera, y si tenemos que tocar cinco temas en un programa para la tele, pues vamos toda la banda y hacemos otro arreglo. Pero nunca hemos tenido tanto en cuenta la hora del bolo, pero sí que resultaría interesante.

—¿Y cómo convencería a alguien indeciso para que acudiese al concierto?

—No sé... diciéndole que repartimos droga a la entrada o así. No, no sé. Al final, desde nuestro punto de vista es muy dificil decirle a la peña: «¡Joder! ¡Vente! ¡Qué somos buenísimos!». No. Lo enfocaría más en que le hemos puesto todo el amor, que lo que hacemos es nuestra vida y que no solo por la cantidad de esfuerzo que echamos ya merece la pena, sino también por la calidad del esfuerzo. Es muy vocacional y va todo con mucho amor, con mucho querer hacer y, al final, yo creo que eso es lo importante. Si algo le podemos decir a la gente para que viniese, es que venga a disfrutar con nosotros, porque es lo que hacemos, disfrutar. Y eso, al final, se nota. Nadie nos ha dicho que nota tocar o que nota no tocar, ni que música tenemos que hacer, ni que música no hacer. Estamos haciendo en todo momento lo que nosotros queremos y que el público tenga este mismo feeling.