Pontevedra solicita a la Xunta la ampliación del parque empresarial de O Campiño
PONTEVEDRA CIUDAD
El Concello sostiene que se podría acometer por fases con la fecha límite del 2026. Considera su desarrollo fundamental para evitar la saturación de este suelo en el municipio
20 mar 2023 . Actualizado a las 17:49 h.El Concello de Pontevedra remitió la semana pasada una solicitud formal a la Xunta de Galicia y a su presidente, Alfonso Rueda, para que se desarrolle la ampliación del parque empresarial de O Campiño. El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), recordó que esa ampliación estaba recogida en el borrador del nuevo PXOM de Pontevedra junto con otros polígonos que sumaban dos millones de metros cuadrados (Leborei y Fragamoreira). Recibió un informe negativo de la Xunta por su afectación a infraestructuras existentes y líneas de alta tensión. Sin embargo, dijo el regidor, la ampliación de O Campiño sí figuraba en el Plan sectorial de ordenación de áreas empresariais de Galicia que aprobó la Administración autonómica en el 2014. A pesar de que Xestur incluía la actuación en O Campiño como estratégica no se llegó a ejecutar en el horizonte previsto (2015-2024).
«A día de hoxe non se iniciou ningunha tramitación. Nós temos moitos argumentos», expuso Lores. Uno de ellos es que apenas quedan 13 parcelas libres en O Campiño y A Reigosa, ya dentro del municipio de Ponte Caldelas, y otro que los servicios para la ampliación son «excelentes», con redes de suministro de agua potable y residuales y acceso a la autovía A-57, actualmente en ejecución y que conectaría directamente el parque empresarial con el de Outeda-Curro y la autopista AP-9. El Concello defiende que la urbanización y puesta en funcionamiento del área de O Campiño se podría acometer por fases, aunque debería estar terminada en el 2026 como fecha límite para evitar, considera el gobierno local, «a saturación e estrangulamento da oferta de solo empresarial do Concello de Pontevedra e comarca». Entiende el gobierno municipal que hay que anticiparse y planificar.
La ampliación de O Campiño permitiría disponer de unos 200.000 metros cuadrados operativos. Para su ejecución habrá que recurrir a la expropiación de los terrenos. Lores ofreció colaboración: «O Concello está disposto a colaborar coa ampliación dos servizos, como fixemos con calquera infraestrutura», además de no cobrar el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) en un plazo de cinco años hasta que se ejecuten las naves.
Falta de mantenimiento y deficiente recogida de residuos, las quejas principales
La comunidad de propietarios del polígono de O Campiño, en Pontevedra, comprende 81 parcelas y 47 empresas. La firma que lleva la gestión expone que las principales quejas se centran en el mantenimiento de los viales y zonas verdes del parque y en el servicio de basuras. Dos ámbitos que consideran deficientes. Respecto a la basura, apuntan que, aunque hay empresas que por su actividad tienen que tener su propio plan de gestión de residuos, el servicio del Concello de Pontevedra deja mucho que desear. «Hay cuatro contenedores para los residuos orgánicos, y no hay para reciclar plásticos o papel cartón», expone un portavoz. Confían en que la situación se solvente cuando se adjudique el nuevo contrato. En cuanto a las zonas verdes y viales, consideran que hace falta más limpieza: «Todas las calles tienen arbolado y con una actuación anual no llega».
Otros problemas denunciados hace tiempo sí se han solucionado. Desde la comunidad de propietarios del polígono de O Campiño aluden a la inseguridad por pequeños robos y a carreras ilegales de coches. «Con un servicio de vigilancia y la instalación de badenes se resolvió el tema», admite un portavoz. Los problemas de conectividad de algunas empresas se solventaron en el caso de los que están vinculados con la compañía Áurea.
Otra queja pendiente es que en algunas zonas del parque no se respeta la franja de seguridad que impide que haya árboles a menos de 50 metros de las naves. Un empresario afirma que son unos árboles muy altos que invaden incluso las aceras y que son un riesgo en caso de incendio. Piden que se talen.
