La histórica confitería Landín abrirá en Michelena su segundo local en Pontevedra y prevé un tercero

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

Los nuevos dueños de este negocio, que tomaron las riendas en junio, están gratamente sorprendidos con las ventas

04 abr 2023 . Actualizado a las 17:45 h.

Aldara y Xoán Pedreira, hijos de Alfredo Pedreira, se criaron entre dulces porque sus padres regentaban una pastelería con larga tradición en Gondomar. Su padre los mira y dice: «A veces hasta se quedaban dormidos encima de los sacos de harina y les poníamos un paquete de azúcar como almohada». Esa infancia entre pasteles les ha marcado la vida. Porque los dos están dispuestos a enfocar por ahí su presente y futuro laboral. Resulta que esta familia cogió en el mes de junio las riendas de la histórica pastelería Landín de Pontevedra, cuyo dueño, Fernando Landín, había cerrado un poco antes sin que tuviese relevo. Siete meses después, el negocio no solo mantiene la esencia de antes con los Pedreira al frente, sino que se va a ampliar de la mano de Xoán y Aldara y con su progenitor como comodín al que siempre recurrir: van a abrir un segundo despacho en la calle Michelena.

En junio, cuando tomaron las riendas de la pastelería Landín, ese veterano local de la calle pontevedresa Frei Xoán de Navarrete, Alfredo no acabada de creerse los números que le daba Fernando Landín, el anterior propietario. «Me hablaba de unas ventas que me parecían imposibles en aquel sitio tan pequeño», cuenta con sonrisa. Pero, con Landín asesorándoles y chivándoles los secretos para sacar los populares cruasanes de siempre, Alfredo y sus hijos comenzaron a ver que, efectivamente, aquellas cifras eran así. «Nos sorprendieron muy gratamente las ventas. La verdad es que nuestra llegada a Pontevedra no pudo ser mejor, estamos muy contentos». 

«Hay una dura competencia»

En estos meses, los Pedreira se dieron cuenta de dos cosas; que la clientela responde y que en Pontevedra la competencia en cuanto a panes y pasteles es fuerte. «Hay una dura competencia, negocios que hacen muy buenos productos tanto en pastelería como panadería». Por ambas cosas, porque ven que las ventas van bien y porque sus competidores no les permiten dormirse, los Pedreira decidieron que la histórica confitería Landín —que cuenta también con un obrador en Xeve— va a extender sus tentáculos a una de las calles comerciales más importantes de la ciudad. Abrirá, en cuento esté lista la reforma que prevén realizar, en el bajo en el que hasta ahora se ubicaba la pizzería Dolce Vita, en el número 40 de la calle. Le llamarán Landín.

Mientras estudian los planos del local y planifican la reforma, Alfredo y sus hijos insisten en que necesitan dar un grito de agradecimiento enorme por todo lo que les ha sucedido estos meses. Dicen que Fernando Landín, el hombre al que dieron relevo en su negocio, se porta maravillosamente con ellos, y que incluso cuando se marcha de vacaciones está al otro lado de la línea telefónica para resolver sus dudas. Están también encantados con el personal que tienen en su despacho y en su obrador —ocho personas—, con la clientela y con proveedores como Mafari, que les dio su respaldo.

En Michelena van a vender pasteles y, además, tendrán servicios de cafés e infusiones. Esperarán a tener en marcha este segundo local para planificar un tercero; algo que creen que harán pronto porque ya le echaron el ojo a otra céntrica calle de la ciudad del Lérez.

Aldara, que tiene 21 años y estudió pastelería en el Carlos Oroza, va a encargarse de la parte del obrador. Mientras tanto, Xoán, de 25 años y a falta de cuatro asignaturas para terminar la carrera de Matemáticas, ha decidido que también se suma al proyecto empresarial familiar y llevará la parte de las tiendas. Alfredo, el padre, estará en segundo plano.